Cuida tu postura y te sentirás mejor
Posturas inadecuadas pueden provocar dolores, lesiones y pérdida de calidad de vida
Cuidar la postura que mantenemos a lo largo del día y de la noche es esencial para asegurar una salud general correcta. De ahí la importancia de conocer cómo nos movemos, cómo nos sentamos, cómo andamos y romper con los vicios posturales que pudieran existir.
Además de acarrear dolores de cabeza y de espalda, una mala postura puede generar otros problemas importantes como hernias discales, oxigenación deficitaria, una fatiga crónica o una mala alineación corporal que marca el día a día de quien lo sufre.
Con unos sencillos consejos, fáciles de llevar a la práctica, conseguiremos que nuestra postura sea la más adecuada para mejorar nuestra calidad de vida y para evitar dolores innecesarios.
Hay que cuidar la postura y no sólo cuando practicamos alguna actividad física, sino en cualquier momento del día: al sentarnos en el sofá, al caminar, al hablar por teléfono, etc. Por ejemplo, cuando estamos sentados hay que poner especial cuidado en mantener la espalda recta, los hombros atrás y los pies apoyados ambos en el suelo (evitando cruzarlos durante mucho tiempo).
Al caminar hay que pisar correctamente, es decir, apoyar primero el talón y luego la punta. Además la cabeza y el cuello han de ir erguidos, evitando mirar hacia el suelo porque este gesto provoca dolor cervical.
Cuando estemos de pie es importante repartir el peso del cuerpo entre las dos piernas, no cargando excesivamente una de ellas, y cuidarse de que las rodillas se mantengan ligeramente flexionadas.
Y en la cama hay que cuidar la calidad del colchón y optar por dormir de lado con las piernas ligeramente encogidas, de modo que la espalda quede perfectamente alineada.
Si se camina o corre periódicamente, el movimiento de los brazos y las piernas han de ir coordinados, para lo que los codos tienen que estar doblados en ángulo recto.
Es esencial fortalecer la musculatura realizando ejercicios que refuercen los abdominales, los glúteos y los hombros. Nos moveremos mejor si tenemos unos músculos y unos huesos fuertes y unas articulaciones flexibles. Además, es muy importante mantener un peso adecuado, ya que el sobrepeso dificulta el control del cuerpo.
El sobrepeso mantenido en el tiempo genera que los huesos y los músculos de la espalda estén tensionados lo que, a su vez, provoca dolor. En la misma línea, los expertos recomiendan mantener una alimentación adecuada a nuestras características y necesidades y llevar una vida lo más alejada posible del sedentarismo. No es recomendable levantar pesos excesivos sin control y elegir prendas de ropa demasiado ajustadas. En el caso de las mujeres, se recomienda que no caminen con tacones muy altos.
Caminar, realizar ejercicios de estiramientos con cierta periodicidad, nadar, montar en bicicleta, practicar Pilates, son sólo algunas de las múltiples opciones que ayudan a cuidar la postura. De hecho, los expertos coinciden en que con tan sólo 10 minutos diarios de ejercicio se fortalecen los músculos y se previene el dolor de espalda.