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Salud financiera   7 Ene 2019

El ahorro: un hábito que se adquiere desde joven

Autor

Instituto BBVA de PENSIONES

Los jóvenes toman su primer contacto con el ahorro a edades tempranas y su gestión tiene incidencia en sus hábitos futuros

La primera decisión a la que te enfrentas cuando comienzas a tener ingresos es gastarlos en ese momento o preservarlos para el futuro. Lo más fácil es optar por el gasto. Son momentos de independencia y superación: te compras una moto con tu primer sueldo, te alquilas un piso con amigos de la Universidad, comienzas a viajar más pues dispones de dinero…en definitiva, consumes para satisfacer tus deseos y preferencias de hoy.

Sin embargo, también es posible ser previsor, adquiriendo conciencia de necesidades y planes de futuro. Cursar estudios, comprarse una vivienda o hacer frente a imprevistos que te puedan surgir a lo largo de tu vida requieren una gran cantidad de recursos y, por tanto, exigen ahorro. Y el ahorro se construye desde hoy, poco a poco, con sistemática.

El ahorro es un hábito que se adquiere a lo largo de la vida, desde edades tempranas. ¿Quieres aprender a ahorrar?

Lo primero que debes hacer es analizar cuáles son tus ingresos y en qué gastas tu dinero. En base a esto, podrás descifrar básicamente qué gastos podrás suprimir y, por qué no, qué ingresos puedes fortalecer. Esto sucede en todas las edades: de niño, recién empezada la vida laboral y cuando somos mayores, lo único que cambia es la escala o monto de dinero.

La cuestión fundamental es la planificación. Una vez conocida la cantidad que podemos ahorrar cada mes, hay que plantearse objetivos alcanzables.

Ahorro al mes……

Ahorro al trimestre……

Ahorro al año……….

Para muchos jóvenes con capacidad de ahorro, es decir, con trabajos mínimamente pagados, el ahorro es una cuestión irrelevante. Confían excesivamente en su potencial personal, en su familia o en ayudas públicas. Estas redes de seguridad tienen sus límites.

En un entorno cada vez más incierto en cuanto a mercado laboral, sanidad, educación o pensiones públicas, hay que ser previsor. Imagina que no has ahorrado y tienes problemas de salud, que te suponen un gasto en medicinas muy elevado o no cubierto. Imagina que te despiden en tu trabajo y dejas de ingresar tu nómina mensual y no llegas a cubrir tus gastos mensuales. Imagina que se te estropea tu vehículo y no cuentas con fondos suficientes para sustituirlo.

Todas estas situaciones descritas parecen improbables pero están ahí. Y no es necesario extenderse mucho para decir que son más llevaderas en el supuesto de contar con un “colchón” de dinero creado previamente. Por independencia, dignidad , y tranquilidad personales no hay nada como contar con ahorros . ¡Animo, empieza YA! 

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