Consejos para acceder a un alquiler a un precio razonable
En este artículo se incluyen algunas sugerencias sobre aspectos que podrías tener en cuenta para lograr acceder a un alquiler de vivienda con una relación calidad-precio razonable, en función de cuales sean tus circunstancias, si bien no siempre será posible llevar a cabo las mismas.
En primer lugar, apuntar que, en el acceso a una vivienda en alquiler por parte de jóvenes, en una mayor parte de los casos no se podrá acceder a la ayuda bono alquiler para jóvenes. Únicamente el 6% de la oferta de vivienda en alquiler se sitúa por debajo de los 600 euros al mes. Además, únicamente un 31% de la oferta de vivienda en alquiler tiene un precio por debajo de los 900 euros/mes. Por tanto, el bono alquiler Joven va a llegar de muy reducidamente a los jóvenes, debido a que uno de los requisitos para solicitar esta ayuda es que la cuantía máxima del alquiler de la vivienda no supere los 600 euros mensuales, si bien algunas comunidades autónomas podrán regular este precio hasta los 900 euros al mes.
En España, país en el que un 61% de las personas adultas vive en una vivienda de su propiedad (por tanto, el 39% vive de alquiler u otras fórmulas), los precios del alquiler se han incrementado de media a un ritmo del 10,2% interanual hasta octubre de 2024. Este incremento ha sido mayor en las grandes ciudades más tensionadas, como es el caso de Madrid (15,9%), Barcelona (13,5%), Alicante y Málaga.
El incremento medio del precio del alquiler desde el inicio de la pandemia de Covid19 hasta la actualidad ha sido de un 42,6% en Barcelona capital o el 32,9% en Madrid capital.
Según los expertos, la subida de precios se ha debido fundamentalmente a estos factores:
A la reducción de la oferta de vivienda, tanto por la falta de nueva obra como por el trasvase de mucha de la oferta de alquiler a largo plazo al alquiler turístico, debido esto último a la falta de seguridad jurídica para los propietarios (por ejemplo, en caso de impago) y la mayor rentabilidad del alquiler turístico que el permanente. Una gran mayoría de la vivienda en alquiler es propiedad de pequeños propietarios (y no de grandes tenedores): el 92% de la vivienda en España es propiedad de pequeños propietarios y particulares.
A la llegada de nuevos de residentes a España, por las nuevas oportunidades surgidas en el mercado laboral posterior al Covid19 (más de 2 millones de nuevos residentes en los último 5 años), como es el caso, por ejemplo, de los nómadas digitales.
Ante esta situación, muchos jóvenes están sufriendo una dificultad mayúscula para acceder a una vivienda digna a un precio razonable.
Algunos consejos para mejorar la probabilidad de acceso a una vivienda a un precio razonable
Si estás en esta situación, es decir, si eres joven (o no) y no encuentras una vivienda de alquiler digna a un precio que razonable que puedas pagar, a continuación, te sugerimos algunas ideas por si alguna te puede ser de utilizad:
Plantéate si puedes vivir lejos del centro de la ciudad o de otras zonas tensionadas. La relación entre el teletrabajo, la flexibilidad laboral, así como la calidad de las comunicaciones y la facilidad de la movilidad, con la calidad y precio de la vivienda
En primer lugar, ten en cuenta donde está situado tu trabajo actual y la zona/s de posible empleabilidad futura. Si tu empresa empleadora permite el teletrabajo un numero relevante de días a la semana (y tu actividad laboral es compatible con el teletrabajo), y/o existen relativamente buenas comunicaciones entre tu lugar de residencia y el de trabajo, ten en cuenta que cuanto más te alejes del centro de las grandes ciudades, más bajos serán los precios y tendrás mejor relación calidad/precio (exceptuando ciertas zonas residenciales). Verifica también el transporte público disponible y el tráfico habitual, a la hora de tus desplazamientos de entrada y salida, entre el que sería tu domicilio y el lugar de trabajo.
Por ejemplo, si puedes vivir a 25 km del centro de la ciudad (que no necesariamente, en todos los casos, de tu lugar de trabajo), y la ubicación de tu residencia está relativamente bien comunicada con tu trabajo, quizás podrías acceder a una vivienda de mejor calidad al mismo precio, o bien a una vivienda de similar calidad más barata.
Hazte y respóndete a las siguientes preguntas, ¿Podrías hablar con tu empleador y solicitar, por ejemplo, más días de teletrabajo (si tu tipo de trabajo lo permitiese), cambiar horarios para adecuarlos a una mejor movilidad? ¿Qué establece el convenio colectivo?
Todo ello para alejarte cuando más sea posible de zonas tensionadas, manteniendo una calidad de vida.
Tener buenas referencias, transmitir confianza al arrendador
Hemos dicho que la mayoría de arrendadores en España son pequeños propietarios. Es decir, familias trabajadoras cuyos ahorros, derivados de su esfuerzo y sudor, se destinan a vivienda.
Muchos pequeños propietarios que alquilan vivienda necesitan tener confianza en quien alquilan y seguridad. Si bien aportar referencias es difícil para quien accede por primera vez a un alquiler, para los que ya están accediendo a viviendas de alquiler por segunda u ulteriores veces, las referencias pueden ser relevantes. Conserva y cuida bien las viviendas donde vivas, ten un trato cordial y confiable con el propietario (si ese propietario te ofrece lo mismo). Deja un rastro impecable.
Cuando estás en fase de acceder a un alquiler, traslada con sinceridad y transparencia sobre ti, si vas a alquilarlo con más gente, tu idea de duración del alquiler, si tienes mascotas, etc. También puedes acompañar la solicitud de una carta de presentación donde hables sobre ti, tu trabajo, tus intereses y por qué quieres alquilar esa propiedad en concreto. Te ayudará a causar una buena impresión. Prepárate bien una posible entrevista con el arrendador
Quizás te pueda servir plantear al propietario un contrato de larga duración a cambio de una rebaja de la renta, y tener flexibilidad con ciertas condiciones del contrato
Si eres joven y estás single, ¿podrías empezar por compartir vivienda?
Esta podría ser una medida transitoria, al menos durante un tiempo, mientras refuerzas tu situación laboral y tu capacidad económica.
Compartir piso o bien alquilar una habitación es una manera más asequible de vivir por tu cuenta. Se debe valorar previamente si el modelo de convivencia que te proponen es adecuado a ti y si te será posible convivir cordialmente con la persona/s que vive/n en el piso. Se debe respetar el límite máximo legal de ocupantes, número que podrás consultar en la cédula de habitabilidad de la vivienda.
Existen diferentes opciones o fórmulas de compartir vivienda, entre las que están:
El contrato de alquiler parcial: en estecaso alquilarías una parte de una vivienda que es propiedad de otra persona y con la cual convivirás. Además de vivir con la persona propietaria, lo puedes hacer con otras personas, dado que el propietario puede tener contratos de alquiler parcial simultáneos en una misma vivienda.
El contrato de subarrendamiento: la persona alquila una habitación a otra persona que también vive de alquiler en esa misma vivienda, pero que no es la propietaria de la vivienda. En este tipo de contrato intervienen:
El propietario del piso o arrendador, que tiene que dar el consentimiento por escrito al subarriendo.
La persona que vive de alquiler en la vivienda, que alquilará la habitación al subarrendado.
La persona subarrendada, que es la persona que alquila la habitación.
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