“He cumplido 70 años: el ahorro durante toda una vida ha merecido la pena”
Gracias a su tenacidad y fuerte capacidad de ahorro desde joven, tanto en planes de pensiones como en ladrillo, Teófilo afronta ahora una cómoda jubilación.
Teófilo nació en Madrid en 1954, cuando las cosas no resultaban nada fáciles. Sabe que para susnietos el futuro también estará lleno de retos pero muy diferentes que los dehace siete décadas. Sin embargo, hay un asunto que ha sido y será común aambos: la importancia del ahorro a lo largo de la vida para asegurar unajubilación digna.
Algo que sus nietos todavía no sospechan, pero que elabuelo tuvo siempre muy claro: desde muy joven, tuvo siempre una mentalidad muyproclive al ahorro, siempre controlando los gastos. Quien vivió esa épocaoscura de la historia de España sabe la importancia de hacerlo, explica. Aunquereconoce que su ahorro se concentró en el ladrillo, algo que entonces resultabafactible pero que en los últimos años se ha convertido en un tipo de ahorro conmás riesgos (por los altos precios y por la fuerte caída sufrida con la crisis).
Así, además de la vivienda en la que ahora habita,Teófilo destinó la mayoría de su ahorro a otro propósito: comprar un segundopiso en el centro de Madrid, al lado de su casa, con el objetivo de ponerlo enalquiler y tener un dinero extra disponible todos los meses.
Debido a que esa meta absorbía casi todo su ahorro, nofue hasta 1995 cuando, años después de que surgieran los planes de pensiones,se decidió a contratar uno. Tenía entonces algo más de 50 años y susaportaciones no eran demasiado importantes (unas 10.000 de las antiguas pesetascada mes, hasta que llegó el euro, y entre los 50 y 100 euros más adelante ydurante los últimos años). La razón de que sus aportaciones fueran modestas esel esfuerzo destinado a la compra de esa segunda vivienda, y a las continuasremodelaciones a las que la ha ido sometiendo a lo largo de los años para poderponerla en alquiler.
Los riesgos...
En el momento de jubilarse, hace cinco años, decidió no rescatar aún su plan de pensiones: contaba con lasrentas mensuales que obtenía del alquiler de su segundo piso en Madrid, a lasque añadía la prestación pública del Estado (de entorno a los 900 euros). Entotal, contaba con más de 1.500 euros cada mes, cantidad suficientepara cubrir todas sus necesidades y poder ayudar a sus hijos, algunos de loscuales viven fuera de España.
Sin embargo, durante los periodos en los que cambiaba de inquilinos o había de hacer obras para reformar el piso en alquiler solo contaba con la pensión pública, y además tenía que hacer frente a gastos derivados de la comunidad y otros temas, además de las reformas. También, y debido a la crisis inmobiliaria,ha habido periodos en los últimos años en los que no ha podido alquilar el pisoal precio deseado, y lo ha tenido vacío.
De ahí que el año pasado decidiera empezar a rescatarsu plan de pensiones, cuatro años después de su jubilación; un plan que le aportó en ese momento eldinero que le faltaba para complementar su pensión pública, ante la ausencia de los ingresos por el alquiler de su segunda vivienda y los gastos que tuvo que afrontar.
Un ahoro que da sus frutos
Ahora, Teófilo havuelto a alquilar su piso y, entre los ahorros de su plan de pensiones (quecobra cada mes), la pensión pública y el dinero del alquiler, logra reunir unos2.000 euros mensuales. Una cantidad muy importante. Pero reconoce que, si envez de haber ahorrado en la vivienda lo hubiera hecho en planes de pensiones,no tendría la incertidumbre que ahora tiene por los ingresos derivados delalquiler. Afortunadamente, aunque éstos flaqueen, su plan de pensiones le basta para compensar y completar su prestación estatal, explica.
Más allá de sus aciertos y sus errores, cuando se jubiló hace cinco años descubrióque el ahorro, que había destinado tanto a inversión inmobiliaria como a planesde pensiones, mereció la pena. "El ahorro durante toda una vida ha merecido lapena", confiesa.
Tenacidad y fuerte capacidad de ahorrodesde joven le han permitido, contando con el dinero del alquiler o no,construir un ahorro que le permite cubrir sus necesidades en la jubilación eincluso ayudar a los hijos que viven fuera de España, siempre que lo han necesitado.Y ahora puede afrontar la jubilación muy cómodamente y vivir un periodo felizque pasa junto a su familia, entre escapadas a la Sierra, visitas a su hija quetrabaja en Londres y su hijo que vive en Bruselas, y viajes a la costa con elresto de la familia.