Atrévete con los smoothies
Una bebida rica en alimentos y refrescante, ideal para el verano. Aprende a prepararla
Un smoothie es una bebida saludable y muy refrescante, que permite una gran combinación de ingredientes. Se trata de un batido espumoso y cremoso que se prepara con frutas o verduras de hoja verde y lácteos: leche, helado de vainilla o nata, kéfir, yogures, etc. Incluso puedes añadir frutos secos y especias.
Por tanto, los smoothies son nutritivos y aportan vitaminas y minerales. Además, son ricos en antioxidantes, proteínas y fibra. También hidratan y drenan el organismo, y ayudan a mantener el peso a raya.
La principal diferencia entre un batido de frutas clásico y un smoothie es la textura. De hecho, la palabra inglesa “smooth” significa “suave”. Así, el smoothie es un zumo espeso que se elabora con el alimento entero y al que se le añaden lácteos a diferencia de un batido licuado o exprimido.
Aunque su origen se encuentra en la tradición de tomar fruta fresca batida en los países tropicales de América Latina, se popularizó en Estados Unidos en 1960 entre aquellas personas que buscaban una alternativa saludable a los refrescos o bebidas energéticas y que, además, fuera baja en calorías y grasas.
Los smoothies son una opción ideal, sobre todo en verano, que podemos tomar para desayunar, merendar, picar entre horas, etc. Además, son rápidos y fáciles de preparar. Sólo necesitas escoger los ingredientes que más te gusten y una batidora para obtener una mezcla homogénea y de textura suave. Algunas ideas:
- Smoothie de fresa: un vaso de leche, 350 gramos de fresas, una cucharada de miel, un yogur natural y helado de nata.
- Smoothie de manzana: un vaso de leche, dos manzanas, un yogur natural y canela en polvo.
- Smoothie de kiwi: dos kiwis, un plátano, un yogur natural (de limón o kiwi), stevia o azúcar moreno y una hoja de menta.
- Para los más dulces, smoothie de chocolate y plátano: 200 mililitros de leche, un plátano, cuatro o cinco cacahuetes, dos cucharadas de chocolate en polvo y una cucharada de miel.
- Smoothie verde: un puñado de espinacas, un plátano, una manzana, media papaya y un yogur. Si queda demasiado espeso, añade un poco de leche o helado.
- Especial desintoxicante: medio pepino, una rama de apio, un aguacate, dos kiwis, un trozo de piña, un poco de jengibre (al gusto), un yogur natural y miel.
Consejos para elaborar un smoothie perfecto
- Para endulzar, sobre todo si lo elaboras con verduras, se puede usar stevia, miel, jarabe de arce o jarabe de agave, azúcar moreno, etc.
- Para aromatizar se puede añadir menta, jengibre, canela, extracto de vainilla o clavo.
- Si te ha quedado demasiado líquido, puedes espesarlo con yogur, avena, aguacate, plátano, etc.
- Cuando elabores el smoothie con frutas, para evitar el riesgo de que se corte sustituye la leche por yogur.
- Procura que la fruta, la verdura o los lácteos estén bien fríos, así evitarás tener que añadir hielo para que esté fresco justo antes de consumirlo. También evitarás que quede demasiado líquido. En cualquier caso, siempre será mejor utilizar helado en lugar de hielo.