Beneficios de practicar ejercicio físico semanal
El ejercicio físico es vida. Estas son las recomendaciones de la OMS sobre frecuencia e intensidad
Existen muchas consideraciones a la hora de delimitar cuántas horas se han de dedicar al ejercicio físico a la semana, dependiendo de las características físicas y sociales de cada uno. Lo que sí está muy claro son los beneficios que reporta para la salud la práctica de ejercicio.
Está demostrado que quien mantiene niveles correctos de actividad física, registran tasas de mortalidad más bajas, sobre todo por causas como la hipertensión, las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares. Además, estas personas tienen una mayor salud funcional, un menor riesgo de caídas, mantienen mejor sus funciones cognitivas y presentan un riesgo menor de sufrir limitaciones moderadas y graves.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hecho públicas las recomendaciones mundiales sobre la actividad física para la salud, para orientar sobre la frecuencia, la duración, el tipo y la intensidad que ha de tener la actividad física para considerar sus efectos sobre la salud.
En general, y para aquellos que no superan los 64 años, la institución internacional recomienda un mínimo de 150 minutos cada semana de un ejercicio aeróbico moderado, o bien de 75 minutos de una actividad más intensa. Así se pueden prevenir enfermedades cardiorespiratorias y reforzar la salud ósea y muscular.
La OMS especifica, además, que entre las actividades a realizar que contempla, están los paseos a pie o en bicicleta, la realización de las tareas domésticas, caminar hasta el trabajo y algunos deportes.
Del mismo modo, especifica que, para conseguir unos resultados saludables más concretos, en esta franja de edad es recomendable aumentar hasta los 300 minutos a la semana la práctica de una actividad aeróbica moderada, y hasta los 150 semanales de una actividad más intensa. Sin olvidar que, también dos veces a la semana como mínimo, hay que realizar actividades de fortalecimiento muscular.
Para las personas que ya superan esa edad, es decir para los mayores de 65 años, la OMS concreta que la actividad aeróbica de intensidad moderada ha de ser de unos 150 minutos y la mitad del tiempo para ejercicios más intensos. Del mismo modo que en el grupo anterior, si las características de cada uno lo permiten, esos tiempos se pueden incrementar con el paso del tiempo y cuando la práctica vaya convirtiéndose en rutinaria.
También apunta que aquellas personas que tienen movilidad reducida pueden practicar algunas actividades físicas para mejorar su equilibrio, unos dos o tres días a la semana, con el objetivo de evitar, en la medida de lo posible, posibles caídas.
Aquellas personas que sufran patologías más concretas como enfermedades cardiovasculares o diabetes, lo importante es que el ejercicio se adecúe a sus posibles limitaciones físicas y que, antes de comenzar, se consulte con un especialista que dirija los entrenamientos. Nunca es tarde para ponerse manos a la obra, adecuando cada ejercicio a las necesidades y demandas del usuario.