Cómo afectan e influyen en tu ahorro las decisiones del BCE
Movimientos en los tipos de interés, compra de deuda pública…¿cómo afecta en el día a día la política del Banco Central Europeo?
El pasado jueves 22 de enero se produjo una de las reuniones más esperadas del Banco Central Europeo (BCE) por las medidas de estímulo a la economía que dicho organismo avanzó que iba a realizar. Y finalmente así ha sido.
¿Qué medidas ha decidido adoptar el BCE?
En primer lugar, el Banco Central Europeo ha decidido este pasado jueves mantener el precio oficial del dinero en el mínimo histórico del 0,05%, nivel en el que se sitúan desde el pasado mes de septiembre de 2014.
La segunda medida, avanzada parcialmente por este organismo y finalmente confirmada, es programa de compra de activos de deuda pública y privada por valor de 60.000 millones de euros mensuales hasta septiembre de 2016 (lo que supone un total de 1,14 billones de euros), fecha que podría ser alterada en función del efecto de esta medida en la economía.
Uno de los aspectos más debatidos con anterioridad a este anuncio era el de quién asumirá el riesgo de estas operaciones. Mario Draghi, máximo responsable del BCE, anunció que el 80% del mismo será asumido por los bancos centrales nacionales mientras que el 20% restante quedará a cargo del sistema de compartición de riesgos, mediante el cual el riesgo queda asumido de forma conjunta por el Banco Central Europeo y los respectivos gobiernos de cada país.
¿Cuáles son los objetivos de estas medidas?
El Banco Central Europeo, como organismo responsable de las políticas monetarias de los países de la eurozona, tiene actualmente dos desafíos importantes: el crecimiento económico de las distintas economías que componen la Unión y la lucha contra la deflación, desafíos que se encuentran estrechamente relacionados.
La compra de deuda implica que el BCE inyecta dinero al sistema, con el cual se favorece el crédito, la actividad económica y el consumo. El incremento de la actividad y el consumo implican a su vez que los precios repunten y se evita el fantasma de la deflación (caída sostenida de los precios de los bienes y servicios que adquirimos).
Mantener los tipos de interés bajos implica “crédito barato”, que permite a particulares, pymes y grandes empresas financiarse a un menor coste y de igual manera contribuir a una mayor actividad económica emprendiendo nuevas compras o proyectos.
¿Por qué es negativa la deflación?
La deflación, esa caída sostenida de los precios de bienes y servicios que compramos o suscribimos, desincentiva el consumo y la inversión. Los inversores o consumidores no invertirán o no gastarán por la expectativa de que dentro de un plazo de tiempo ese producto o servicio se podrá adquirir más barato. Y esto, a su vez, provoca una caída de la actividad y el consumo.
¿Cómo afecta al ahorro?
La política de tipos bajos tiene una doble lectura: al que necesita dinero, le beneficia, puesto que el precio del dinero es menor y el coste de financiación por tanto también. La otra cara de la moneda es la del que tiene dinero, el ahorrador. Con tipos de interés más bajos, se remunera menos su ahorro.
Sin embargo, de cara al ahorro a largo plazo, como en el caso del ahorro para la jubilación, la situación puede ser diferente.
Imaginemos un partícipe de un plan de pensiones de 35 años. Esta persona, por su perfil de riesgo “decidido” (ya que su horizonte temporal hasta la jubilación es muy largo) tendrá su ahorro invertido en una proporción mayoritaria en renta variable (comúnmente conocida como “bolsa”).
Esta persona sí puede ver premiado su ahorro por estas medidas, ya que generalmente la bolsa “celebra” las medidas de estímulo de la economía con comportamientos positivos.
No obstante es importante recordar que el ahorro para la jubilación es una carrera de fondo y no conviene dejarse llevar por los comportamientos (positivos o negativos) del corto plazo, debiendo hacer un seguimiento del ahorro con periodicidad y sentido común.