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Pensiones   7 Ene 2019

Cómo ahorrar en el menú navideño

Autor

Instituto BBVA de PENSIONES

Consejos para minimizar la factura de los menús navideños sin renunciar a nada

Cuando llegan estas fiestas uno está más predispuesto a disfrutar de todo y de todos. Las comidas, con familiares y amigos, cobran una relevancia muy especial porque, en muchas ocasiones, significan el reencuentro con aquellos a los que se quiere. Y es, en estos casos, cuando el menú sirve de ofrenda, de regalo que se ofrece a los comensales como muestra de cariño.

También es cierto que los momentos económicos que vivimos obligan a racionalizarlo todo mucho más y a prestar más atención a los presupuestos que se dedican a las compras. Pero a veces podemos equivocar un gran menú, una gran mesa navideña, con unos productos excesivamente caros. Se puede ahorrar en el menú navideño, sólo hay que seguir unos consejos prácticos que a veces se nos olvidan y hay que tener claro que para conseguirlo hay que dedicarle más tiempo a la compra y a la preparación de los alimentos.

Es más fácil de lo que parece

El primero de los consejos a seguir es, en la medida de lo posible, adelantar las compras y no dejarlas para última hora cuando muchos productos (sobre todo pescados y mariscos) incrementan notablemente su precio. Si tenemos claro cuáles son los alimentos que utilizaremos, podemos comprarlos antes y congelarlos. La calidad de los productos congelados es excelente y nos permiten ahorrar unos euros.

Tanto el marisco como el pescado puede comprarse ya congelado y preparar una rica sopa de marisco, un cóctel de marisco, unas gambas a la plancha y decenas de aperitivos más. Aquellos que no quieran utilizar congelados, pueden elegir productos de temporada que, a buen seguro, también les hará triunfar en sus menús.

Con las carnes ocurre algo parecido. Ya es posible adquirir, por ejemplo, una excelente paletilla de cordero o suculentos solomillos congelados. Aunque otra alternativa es cambiar esas por otras carnes: pavo o pollo. Se puede comprar un pollo entero y preparar con él un rico consomé y unas pechugas con salsa de cava, por ejemplo. Es decir, no es necesario recurrir a los productos más caros para asegurar una comida o una cena con la que disfrutar al máximo.

En cuanto a las frutas y a las verduras, cabe decir que existen en el mercado una selecta oferta de conservas que nos sacarán de más de un apuro. Y, al hablar de conservas, no podemos olvidar que algunas de ellas nos ayudarán a preparar unos aperitivos exquisitos, como las anchoas en aceite, los espárragos o las setas. La decisión final sobre cuál elegir dependerá más de nuestra creatividad que de nuestro bolsillo.

Por tanto, lo más importante a la hora de diseñar el menú de estas navidades es la planificación en cuanto a los alimentos que vamos a necesitar y la forma en la que vamos a transformarlos en ricos platos. Aunque utilicemos alimentos más o menos cotidianos, una vez procesados, tamizados por nuestras manos, llegan al plato de maneras sugerentes y apetecibles. 

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