Cómo conservar tus medicamentos
Consejos para mantener los medicamentos en perfectas condiciones para su uso
Conservar los medicamentos correctamente es imprescindible para que se mantengan en buen estado. Pero no debes convertir tu hogar en una pequeña farmacia, porque automedicarse es perjudicial para la salud. No acumules, por tanto, los medicamentos que te sobran después de haber terminado con el tratamiento prescrito por tu médico.
En primer lugar, busca un botiquín, caja o cajón donde guardar todos los medicamentos. No es aconsejable que los repartas por distintas estancias de la casa, porque puedes olvidar dónde dejaste el paracetamol la última vez que te dolía la cabeza y volverte loco buscándolo.
El lugar donde decidas dejar la caja de los medicamentos debe ser seguro y estar fuera del alcance de los niños. También es importante que los ordenes, por ejemplo, por tipo de fármaco. Hay quien elabora una lista con todos los medicamentos, su principio activo y fecha de caducidad. Para una mayor comodidad, deja más a mano aquellos que sueles tomar con mayor frecuencia.
Para su correcta conservación, el lugar escogido debe ser oscuro, fresco y seco. Por este motivo, no debe darles directamente la luz del sol porque los calentará y dañará. Por tanto, evita el baño y la cocina, porque son zonas donde la temperatura varía en exceso y hay mucha humedad. Un buen lugar sería un armario o cajón del salón.
Aunque la mayoría de los medicamentos se conservan bien a temperatura ambiente, otros requieren una temperatura más baja. Es el caso de algunos colirios, supositorios, insulina o vacunas. Entonces, tendrás que guardarlos en el frigorífico a una temperatura que, normalmente, oscilará entre los 2 ºC y los 8 ºC. Pero no los coloques en la puerta de la nevera, ya que al abrirla se producen variaciones de temperatura. Para evitar confusiones, lee el prospecto para conocer las condiciones de conservación del medicamento.
Cuando necesites alguno de los medicamentos que tienes guardado, revisa la fecha de caducidad. Para facilitar esta tarea, puedes apuntarla a mano en la caja. Si te encuentres con un medicamento caducado, llévalo al punto de reciclado que hay en todas las farmacias.
Por último, guarda siempre los medicamentos en su envase original junto al prospecto, porque es muy posible que necesites consultarlo. En este caso, nos referimos a medicamentos de uso general como paracetamol o ibuprofeno. Si vuelves a tener una dolencia reiterada que requiere antibióticos, no tomes las pastillas que te sobraron la última vez (no es aconsejable guardar tratamientos pasados). Nunca tomes un medicamento sin consultar con tu médico. Por el mismo motivo, no des medicamentos a tus familiares o amigos sin receta médica, porque aunque a ti te curaran en otra persona pueden tener otros efectos.
Además de seguir estos consejos, revisa tu botiquín dos o tres veces al año y retira los medicamentos caducados. Nunca tomes medicamentos dañados, con la tableta o el blíster roto o con la caja en mal estado.