Cómo hacer frente al insomnio
Dormir correctamente y las horas necesarias es esencial para nuestros organismo. Sigue estos consejos si te cuesta hacerlo
Dormir bien es fundamental para la salud porque, durante este estado de reposo, se suceden procesos metabólicos vitales, que garantizan una mayor capacidad de concentración, memoria y autocontrol a la hora de mantener una vida diaria activa. Sin embargo, alrededor de un 20% de la población española padece algún tipo de trastorno del sueño. Sus orígenes pueden ser diversos, pero pueden llegar a tener consecuencias importantes en las capacidades cognitivas y los sistemas metabólico y cardiovascular.
La alteración más frecuente es el insomnio, que afecta al 10% de los adultos. Este problema complica que la persona pueda dormirse y descansar, porque, además, suele despertarse con facilidad.
Tres tipos de insomnio
Según su origen, podemos distinguir estas categorías de insomnio:
Insomnio psicofisiológico
Se produce cuando la persona tiene dificultad para conciliar el sueño porque está alterado y no consigue relajarse
Insomnio de mantenimiento
Se caracteriza por despertares nocturnos frecuentes. Estos a su vez se pueden distinguir entre agudos y crónicos, en función de la duración. Los agudos suelen durar una o dos semanas y los crónicos, más de tres semanas.
Insomnio secundario
Está causado por alguna enfermedad o dolor crónico.
Las personas con insomnio psicofisiológico, que es el más frecuente, suelen ser muy perfeccionistas, obsesivas o muy responsables, lo que provoca que no puedan desconectar física, psíquica o emocionalmente a la hora de irse a la cama.
Las mujeres más propensas a padecer insomnio
Los cambios físicos y hormonales, la mayor prevalencia de ansiedad y depresión y el ser más propensas a la carencia de hierro favorece que las mujeres padezcan con más facilidad trastornos del sueño.
Concretamente, los casos de insomnio en las mujeres duplican a los de los hombres. Y esta prevalencia se acentúa con la edad. De tal modo, que entre el 41 y el 61% de las mujeres posmenopáusicas sufren insomnio debido principalmente a la ansiedad, depresión, trastornos del estado de ánimo y alteraciones del sueño, como la apnea.
Consejos para mejorar el descanso
- Mantener un horario de sueño más o menos regular.
- Hacer cenas ligeras y como mínimo dos o tres horas antes de ir a la cama.
- No hacer siestas demasiado largas.
- No beber agua antes de acostarse, si se sufre incontinencia.
- Realizar ejercicios de relajación.
- Si te despiertas durante la noche y no puedes dormir, intenta relajarte haciendo algo que te guste: leer, escuchar la radio o música relajante.
- Practicar ejercicio por las tardes (no demasiado tarde) favorece que se descanse mejor por la noche.
- Aprovecha para darte un baño relajante antes de irte a dormir.