Cómo hacer un presupuesto familiar en 5 pasos
Te ofrecemos unos útiles consejos para organizar eficientemente tu economía doméstica
Uno de los pilares fundamentales en la salud de la economía doméstica radica en tener un buen control sobre los gastos y los ingresos, lo que se consigue elaborando y poniendo en práctica, un presupuesto familiar. Las partidas de gasto en un hogar son múltiples, especialmente en familias numerosas, y no llevar control sobre ellas puede hacer que nos veamos desbordados por los gastos o en el mejor de los casos que estemos gastando más de lo que debemos.
Un presupuesto es un documento en el que plasmamos la situación respecto a los ingresos sobre la cual tratamos de adaptar los gastos de la manera más óptima posible. El ejercicio inverso es sin duda más complicado pues el margen de maniobra respecto a los ingresos es normalmente muy estrecho. El presupuesto nos permitirá tener un mayor control de los gastos para, entre otras cosas, tratar de maximizar el diferencial entre ingresos y gastos, que podremos dedicar al ahorro familiar.
La utilidad del presupuesto
- No entrar en déficit: Es vital no gastar más de lo que se ingresa a no ser que sea de manera muy excepcional (imprevistos) y por causas muy justificadas. De hecho es esencial que el diferencial entre ingresos y gastos sea positivo y nos permita ahorrar todos los meses un porcentaje de los ingresos, idealmente en cuantías aproximadas del 10%.
- Tener un control de a dónde va el dinero: Es fundamental conocer en qué se gasta para saber en todo momento qué partidas son imprescindibles y cuáles prescindibles.
- Ajustar cada partida a nuestra capacidad de gasto: Es una buena manera de evitar malgastar dinero, especialmente en partidas de gasto no prioritarias. Por ejemplo, es bueno limitar el gasto en ocio a una cierta cantidad mensual para no comprometer otros gastos más importantes.
¿Cómo se hace un presupuesto familiar?
El presupuesto es una especie de balanza en la que en cada una de las dos bandejas se colocan ingresos y gastos. Cualquier herramienta de las muchas disponibles a día de hoy nos puede ayudar, como una hoja de cálculo. También una simple libreta y un bolígrafo pueden realizar la función. El presupuesto se realizará con periodicidad mensual y en él distinguiremos:
Ingresos
Todas las rentas que perciba la familia: Salarios, rentas de actividades económicas, otro tipo de rentas (como alquileres), prestaciones o ayudas.
Gastos
En el otro lado de la balanza colocaremos todos los gastos a los que mensualmente debemos hacer frente, distinguiendo entre:
- Gastos imprescindibles: Aquellos esenciales para el correcto desarrollo de la vida diaria: Alquiler o hipoteca, gastos de la casa como luz, agua o gas, comida, colegios, gastos de transporte, etc.
- Gastos prescindibles o flexibles: En esta categoría entran aquellos gastos de los que se puede prescindir o en los que se puede ser más flexibles en la cuantía mensual: ocio, viajes, accesorios no esenciales como un móvil nuevo, etc.
Realizando el presupuesto: Consejos
- Implica a tu familia: De este modo todos se sentirán partícipes, podrán aportar ideas y se sentirán más involucrados a la hora de cumplirlo.
- Anota todos los gastos: No te olvides de aquellos que se realizan con tarjeta de crédito. De este modo podrás ir mejorando la precisión del presupuesto mes a mes.
- Previsión: Hay gastos verdaderamente imprevistos, como por ejemplo una visita inesperada al dentista, y otros que se pueden anticipar y planificar, como el seguro del coche o el IBI de la casa. Trata de ir dotando fondos mensualmente para este tipo de gastos que suelen tener una periodicidad anual y que se conocen con antelación.
- Sentaros a revisar el presupuesto periódicamente: Amortizar periódicamente deuda sobre la que se pagan intereses es una buena idea. Detecta en la revisión periódica gastos innecesarios o que pueden ser reducidos y trata así de ir reduciendo gastos sin reducir las prestaciones. Por ejemplo, revisa de vez en cuando las ofertas de proveedores de telefonía e internet, u otros servicios similares.
- Considera el ahorro un gasto fijo mensual de carácter imprescindible: Tener ahorro es fundamental para poder hacer frente a imprevistos. Retira todos los meses la cantidad que te plantees ahorrar de la cuenta en la que llevas los gastos corrientes y mentalízate de que no dispones de ese dinero. Reduce si es preciso otras partidas de gasto, como la de ocio, para que siempre puedas cumplir con este compromiso de ahorro.
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