¿Con qué criterios debe invertir el gestor de un fondo de pensiones?
Seguridad, rentabilidad, diversificación y congruencia en los plazos de la inversión deben respetarse en la política de inversión del fondo
Los planes de pensiones en los que ahorramos son la configuración jurídica del modelo de previsión: definen el derecho de las personas a cuyo favor se constituyen a percibir rentas o capitales por jubilación u otras contingencias, tales como la invalidez y el fallecimiento.
Este modelo de previsión define además quién lo promueve, para quién lo promueve, cómo lo financia, qué prestaciones prevén y quién lo gestiona y controla.
Es la figura del fondo de pensiones, patrimonios creados con el exclusivo objeto de dar cumplimiento a los planes de pensiones, la que verdaderamente materializa la inversión de las aportaciones que realizamos. Cada plan de pensiones se adscribe a un fondo de pensiones y cada fondo de pensiones puede acoger a diferentes planes de pensiones.
Por tanto, es el fondo de pensiones el instrumento en el que se deposita e invierte nuestro ahorro para la jubilación.
La política de inversión de los fondos de pensiones
El régimen de inversión de los fondos de pensiones queda detalladamente regulado en el reglamento, en el que se detalla las clases de activos en los que éstos pueden invertir y en qué porcentajes respecto a la inversión total del fondo, lo que se conoce como coeficientes de inversión.
Entre otros activos aptos para la inversión de los fondos de pensiones se encuentran: valores e instrumentos financieros de renta fija y variable admitidos a negociación en mercados financieros regulados, acciones y participaciones de sociedades y fondos de inversión colectiva, depósitos en entidades de crédito, bienes inmuebles, créditos, o instrumentos derivados.
Cada fondo de pensiones tiene su propia política de inversión, de la cual la gestora tiene la obligación de informar al cliente a través de un documento denominado “Declaración de los principios de la política de inversión”.
La política de inversión de un fondo estará estrechamente ligada a la vocación del mismo. De este modo, un fondo que persiga una alta rentabilidad a largo plazo (y por tanto tenga mayor riesgo) tendrá una amplia proporción de activos de renta variable.
Por el contrario, un fondo que busque consolidar el capital, con rentabilidades modestas y por tanto con un nivel de riesgo reducido tendrá en cartera mayoritariamente activos de renta fija o activos del mercado monetario.
Los criterios que debe seguir la política de inversiones
Los fondos de inversión deben tomar sus decisiones de gestión en base a los siguientes principios:
- Seguridad: Es el objetivo principal mediante el cual se debe proteger el patrimonio a través de inversiones coherentes con la vocación del fondo.
- Rentabilidad: Maximizar la rentabilidad para los partícipes sin comprometer la seguridad de cara a proveer los mayores recursos posibles para la cobertura de las prestaciones.
- Diversificación: Para impedir elevadas concentraciones de un mismo activo, especialmente en el caso de activos con riesgo. La diversificación es lo que coloquialmente se conoce como “evitar poner todos los huevos en la misma cesta”. Será la diversificación la que optimice el equilibrio entre seguridad y rentabilidad.
- Congruencia de plazos que permita tener liquidez al momento de pago de las prestaciones previstas, sin que el fondo se vea obligado a solicitar créditos que minoren su rentabilidad.