Consejos para usar bien la aspirina
La aspirina tiene muchas indicaciones, pero hay que saber administrarla correctamente
La aspirina es conocida por su doble acción como analgésico y antiinflamatorio. El ácido acetilsalicílico, principio activo de la aspirina, reduce el dolor y se usa como antipirético para bajar la fiebre o reducir la hinchazón en procesos inflamatorios. Este medicamento está indicado para el alivio del dolor leve y moderado de cabeza, muelas o espalda, gripe o resfriados y dolores musculares, articulares o corporales de diversa intensidad, como las contracturas o la lumbalgia.
Además, es antirreumático y, por tanto, alivia los síntomas de la artritis reumatoide, osteoartritis, lupus eritematoso sistémico y otros trastornos reumatológicos como la artrosis o la fiebre reumática.
Se usa también frente al riesgo de enfermedades cardio y cerebrovasculares. Como antiagregante plaquetario, la aspirina está indicada para personas con riesgo de formación de trombos sanguíneos, sobre todo si ya han tenido un infarto agudo de miocardio, para prevenir los ataques cardíacos en quienes tienen angina de pecho y reducir el riesgo de muerte en pacientes que han sufrido un ataque cardíaco.
Es, además, un protector vascular que ayuda a prevenir los accidentes isquémicos, que se producen cuando un coágulo sanguíneo bloquea el pasaje de sangre hacia el cerebro, o en accidentes cerebrovasculares leves, en los que el fluido de sangre hacia el cerebro se bloquea. Ahora bien, no previene los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos, causados por hemorragias en el cerebro.
Contraindicaciones
La aspirina está contraindicada si tienes alergia al ácido acetilsalicílico, padeces úlcera de estómago o de intestino o molestias gástricas, así como enfermedades del riñón y/o del hígado (insuficiencia renal y/o hepática), asma, hemofilia u otros problemas de coagulación sanguínea o si estás en tratamiento con anticoagulantes orales.
Se administra por vía oral. Los comprimidos deben tomarse deshechos en agua, después de las comidas o con algún alimento.
No la tomes nunca con el estómago vacío y consulta al médico ante cualquier duda.