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Pensiones   7 Ene 2019

Cuida el jardín mientras cuidas tu corazón

Autor

Instituto BBVA de PENSIONES

Dedicarse al cuidado periódico de un jardín constituye un beneficioso ejercicio aeróbico, especialmente saludable en personas mayores

Cuando pensamos en jardinería, la mayor parte de las veces viene a nuestra cabeza los concursos de rosas tan populares en Inglaterra. ¿Por qué hay tanta afición a cultivar el jardín entre las personas mayores que viven en la isla? Porque tiene beneficios para la salud.

No podemos olvidar que se trata de una actividad física, que se realiza al aire libre; bueno, en la mayoría de los casos, puesto que son pocos los privilegiados que pueden disponer de un invernadero.

Algunos trabajos científicos sugieren que estar trabajando en el jardín ayuda a luchar contra la osteoporosis. La razón puede ser porque se llevan a cabo ejercicios muy repetidos, donde se trabaja con diferentes partes del cuerpo, sobre todo con los brazos y el tronco. Son ejercicios aeróbicos, que nos ayudan a mantener expandidos nuestros pulmones y en forma nuestros huesos.

Durante el cuidado del jardín, también hacemos ejercicios que requieren un esfuerzo de peso, como es retirar las malas hierbas. Aquí tenemos que tener cuidado y medir nuestras fuerzas, puesto que si no adoptamos una buena postura, la espalda se puede resentir, y los beneficios que nos aporta el cuidado de nuestro jardín se pueden ver mermados con una ciática o una lesión en la zona lumbar.

Sabemos que el ejercicio físico es necesario para mantener alejada la obesidad, uno de los principales factores de riesgo cardiovascular. La obesidad favorece la aparición de diabetes, que juntas se convierten en un cóctel explosivo para nuestro sistema cardiovascular. Por eso, emplear unas horas de ocio en el jardín es una buena forma de hacer el ejercicio físico que necesitamos para estar en forma y controlar los posibles achaques del corazón.

Y para el estado de ánimo también es un buen aliado. Estar al aire libre, con luz y sol nos ayuda a no tener síntomas de depresión, puesto que nos sentiremos mejor y además tendremos una visión bonita de nuestro entorno.

Cuando tenemos situaciones de estrés producidas por situaciones familiares o personales podemos recurrir a la jardinería para intentar mitigarlo. El ejercicio físico es una buena forma de descargar tensiones y poner unas plantas ornamentales nos hace que podamos desconectar durante un tiempo de esa situación estresante. Además, tener una vista agradable con luz y color nos hace envolvernos en un clima de relajación que muchas veces necesitamos.

Aunque no dispongamos de una casa con jardín, siempre podemos recurrir a los llamados huertos urbanos que se están poniendo cada vez más de moda en muchas ciudades de nuestro país. Allí, podemos cultivar verduras de temporada y otras plantas. De esta forma, además de llenar nuestra despensa con alimentos sanos, saludables y, en la mayor parte de los casos, ecológicos, podemos hacer un poco de ejercicio físico agradable. Quizás, tengamos más motivación para ir a trabajar el jardín que para pasarnos por el gimnasio. El objetivo es el mismo: el ejercicio físico tiene innumerables efectos beneficiosos para el cuerpo y el alma. 

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