El futuro de los coches: la conducción autónoma
El futuro apunta a que utilizaremos el coche como meros pasajeros: la conducción quedará completamente automatizada
Construir coches que conduzcan solos es uno de los retos a largo plazo de la industria del automóvil, aunque de algunas ventajas ya podemos beneficiarnos en la actualidad. Cambio automático, asistentes de voz, sensores y cámaras son sistemas que favorecen la comodidad y la seguridad de los conductores, ambas claves fundamentales para decantarse por uno u otro modelo.
Los vehículos que las marcas lanzan hoy al mercado son ya prácticamente autónomos, pero aún quedan algunas décadas para encontrarnos con esta situación. No obstante, los profesionales tienen y quieren dejar claro cuál va a ser la evolución.
En este sentido, la Sociedad de Ingenieros Automotrices, que es la organización que agrupa a los profesionales que diseñan vehículos, ha fijado cinco niveles para hablar con criterios de un coche autónomo.
Actualmente, los coches más avanzados se encuentran en el nivel 3, lo que significa que el coche puede hacerse con el volante y los pedales (por ejemplo, aparcar solo), estar atento al entorno (sensor de proximidad, cámara de visión trasera, alerta de golpe, sensor de lluvia), pero depende por completo de la supervisión humana del proceso.
Algunos expertos consideran que, para 2020 como máximo, se lograrán los de nivel 4, definido como de “alta automatización”, en el que será el coche el que tenga más peso que el conductor. De tal manera, que podrá llevar a un pasajero de un punto a otro sin intervención humana, aunque se precise el criterio del conductor en condiciones especiales.
El nivel 5, que es el último, implica que la persona no tendrá que hacer nada cuando se desplace en un vehículo. Una imagen que aún nos queda lejana.