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Jóvenes   7 Ene 2019

El plan de pensiones adecuado para un trabajador joven

Autor

Instituto BBVA de PENSIONES

Los ahorradores más jóvenes cuentan con el mejor aliado de cualquier proceso de inversión: el tiempo

Los planes de pensiones no suelen asociarse con las personas más jóvenes. Y la realidad es que el intervalo de edad en el que recae mayor número de partícipes de planes de pensiones es aquel que va desde los 40 hasta los 50 años. Parece que los españoles empiezan a tomar medidas para la planificación de su jubilación en el momento en que ven aparecer este hito, lejos aún pero ya visible, en el horizonte y se plantean la posibilidad de que una jubilación exclusivamente basada en su pensión pública no permita alcanzar sus expectativas.

En España continúa existiendo una precaria cultura de la planificación de la jubilación, en buena medida debido a que la Seguridad Social ha sido proveedora de una de las pensiones públicas más elevadas de los países desarrollados en relación al último salario en activo. Con ello, los españoles han ido percibiendo que su jubilación estaba bien cubierta en base a dicha pensión.

Sin embargo, dados los fuertes retos a los que se enfrentan los sistemas de pensiones, principalmente de tipo demográfico, la jubilación de dentro de unas pocas décadas será posiblemente bien distinta de la actual: la pensión pública tendrá mucho menos peso en los ingresos de los futuros jubilados, que deberán contar con un capital complementario si quieren vivir esta etapa de la vida desahogadamente. Una etapa que además cada vez se prolonga durante más tiempo, dados los avances en cuanto a esperanza de vida. Ésta podría situarse a mediados del presente siglo en niveles cercanos o incluso superiores a los 90 años.

Ahorrar con antelación

Ante este escenario parece difícil seguir asegurándose una jubilación sin aprietos con la dinámica de interesarse por el ahorro para este fin en la cuarentena. Definitivamente, es necesario comenzar a prepararse para la jubilación a una edad mucho más temprana. Empezar a constituir un plan de ahorro privado a edades tan tardías como los 40 o 50 años será posiblemente insuficiente por el escaso margen de tiempo de ahorro que quedaría hasta la edad efectiva de retiro. Lo ideal es comenzar, aún de manera modesta, en el momento en el que se debuta en el mercado laboral, lo que quiere decir que en caso de diferirlo hasta los 40 o 50 años estaríamos desperdiciando dos preciadísimas décadas.

Un trabajador joven es un inversor decidido

El tiempo es posiblemente nuestro principal aliado en un proceso de planificación financiera. Nos permite hacer el trabajo de forma más progresiva, con menos agobios, y nos permite además asumir determinados riesgos para tratar de maximizar el rendimiento del ahorro y compensar etapas futuras en las que el rendimiento será reducido pues la prioridad habrá pasado a ser la de preservar el capital.

Quienes ahorren para su jubilación con un largo horizonte temporal por delante deben posicionarse en un perfil de riesgo decidido y seguir realizando aportaciones periódicas independientemente de la evolución de su inversión en cortos plazos. La meta está lejana y la volatilidad que puede preocupar en el corto plazo tiende a ofrecer mucha mayor rentabilidad en plazos largos. No se trata de no realizar un seguimiento periódico de la inversión sino de no dejarse llevar por una visión de corto plazo.

¿Qué tipo de planes de pensiones responden a estas necesidades de los trabajadores más jóvenes? Sin duda los que invierten totalmente o de forma mayoritaria en activos de renta variable.  

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