El riesgo de longevidad o la necesidad de seguir invirtiendo de forma adecuada el ahorro en la jubilación
La clave en la jubilación de los futuros trabajadores será el equilibrio entre una jubilación desahogada y una jubilación en la que no se agote el ahorro antes de tiempo
La planificación de la jubilación es sin duda uno de los principales hitos financieros a lo largo de la vida de una persona. Un proyecto que no culmina en el momento de jubilarse, sino que se transforma, y que se enfrenta a dos riesgos:
- El de no conseguir amasar un ahorro suficiente para poder retirarse.
- Agotar el ahorro durante la jubilación. Esto es lo que se conoce como riesgo de longevidad: sobrevivir al ahorro.
La clave en ambos casos radica en contar con una adecuada distribución de los activos destinados a la jubilación. Una distribución que no incurra en excesivos riesgos que puedan generar pérdidas en momentos donde no existe margen para afrontarlas, pero que tampoco peque de excesivamente conservadora e impida alcanzar los objetivos, en especial en momentos donde la inflación tiene un efecto reseñable en el ahorro.
Las claves para invertir durante la jubilación
El principal objetivo del ahorro en la jubilación es complementar la pensión pública de jubilación para cubrir aquellas necesidades o aquel nivel de vida que ésta no alcanza a cubrir. En este punto aparece una cuestión clave, y es estimar cuántos años vamos a vivir, en un entorno de lento pero constante incremento de la esperanza de vida que puede empujar a incurrir en el mencionado riesgo de longevidad.
A este riesgo de longevidad puede contribuir el hecho de contar con una cartera de activos excesivamente conservadora, basada en liquidez o activos de renta fija, que se puede mostrar insuficiente para generar el rendimiento necesario para, entre otras cosas, hacer frente al efecto de la inflación, especialmente en un entorno de tipos anormalmente reducidos como el actual.
Por tanto, una de las claves al alcanzar la jubilación es no desinvertir completamente la cartera y optar por activos refugio, sino mantener una estrategia de diversos activos, bien diversificados y con un sesgo conservador. Según un estudio de Schroders, el 40% de los inversores agotaría antes de fallecer su ahorro si estuviese exclusivamente basado en liquidez y bonos.
En el cuadro anterior podemos valorar estimaciones de cuánto duraría el ahorro en la jubilación según el tipo de activos en los que se invirtiera el capital. Una cartera multiactivos es la que ofrecería un mejor balance entre escenarios negativos y positivos.
Desinvirtiendo: cómo ir disponiendo del ahorro durante la jubilación
Partiendo de esta estrategia multiactivos, en la que en la jubilación deben tener más peso los activos conservadores, una pauta adecuada para ir rescatando el ahorro sería la de posicionar en activos de renta fija y liquidez aquella parte del ahorro de la que vamos a necesitar disponer en los próximos años, manteniendo el resto de activos en perfiles más decididos, entre ellos, activos de renta variable.
En una siguiente fase, haríamos el mismo planteamiento. Para ello traspasaremos parte de los activos de riesgo a activos conservadores de los que ir disponiendo los años siguientes, de modo que siempre permanecerá en activos de bajo riesgo el ahorro que vamos a necesitar en un corto-medio plazo y en activos con mayor rentabilidad potencial aquel ahorro del que no vamos a disponer inmediatamente.
Por tanto, al igual que en la fase de acumulación de fondos para la jubilación, en la fase de rescate o desacumulación no será suficiente con ahorrar, sino que será necesario invertir, con la cautela, eso sí, que merece la situación.