La tasa de sustitución de las pensiones podría caer por debajo del 30% a mediados de siglo
2050 puede ser el año sobre el que se concentre la mayor presión demográfica sobre el sistema de pensiones
Los millennials, la generación de nacidos entre 1981 y 2000 se enfrentarán, con toda probabilidad, a una jubilación notablemente distinta a la que conocemos actualmente. Si hasta entonces no se producen nuevos incrementos en la edad de jubilación, algo que no es descartable, estos jóvenes actuales se jubilarán a los 67 años (65 años en el caso de aquellos que hayan cotizado al menos 38 años y medio). Pero además, accederán, en media, a pensiones muy inferiores a las actuales.
Según Inverco, Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones, la tasa de sustitución de las pensiones hacia mediados de siglo se situará en el 27% frente al 82% actual. ¿Qué quiere decir esto?
La tasa de sustitución expresa cuánto supone la pensión a la que accede un trabajador en comparación con su último salario en activo. Actualmente, y siempre para un salario medio, la pensión de los que se jubilan actualmente supone un 82% de su último salario en activo. Los millennials, que se empezarán a jubilar en 2049, disfrutarían de una pensión que supondría solo el 27% de su último salario.
El ahorro privado es insuficiente
A este importante descenso de los ingresos que provee la pensión pública se suma la insuficiencia del ahorro. Según Luis Vadillo, director del Instituto BBVA de Pensiones, el ahorro medio en planes de pensiones individuales es de 10.000 euros, un montante que sólo permitiría complementar la pensión pública con 30 euros mensuales. El ahorro es insuficiente y los jóvenes, vistas estas proyecciones, deberán hacer un esfuerzo mucho mayor.
Las claves de la evolución demográfica
El envejecimiento de la población es uno de los principales focos de tensión sobre el sistema de pensiones. Para mitad de siglo, habrá aproximadamente 15 millones de jubilados en España, una cifra derivada de la jubilación de la generación del “baby boom”, que además accederán a pensiones de cuantía más elevada. Según Vadillo, para pagar ese número tan elevado de pensiones se debería contar con al menos 27 millones de trabajadores. Basta decir que el número de trabajadores actualmente es de algo más de 18 millones.
2050 puede ser el punto más tenso para las pensiones en cuanto a presión demográfica. Una situación que podría verse aliviada hacia el año 2075, cuando haya remitido el efecto de la jubilación de la generación del “baby boom”.
Los trabajadores cuentan con poca información
La información es esencial para poder realizar cualquier labor de planificación financiera. Sin embargo, existe gran desconocimiento en cuanto a las futuras pensiones de los trabajadores en activo. A diferencia de otros países, como Alemania, Austria, Croacia, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Portugal, Reino Unido o Suecia, España no envía información periódica a los trabajadores acerca de la cuantía estimada de sus futuros derechos en cuanto a pensión de jubilación, pese a que es un compromiso que se adoptó en la reforma de 2011. La puesta en marcha de esta medida ha quedado en suspenso y no existe claridad en cuanto al momento en que los trabajadores puedan recibir anualmente una carta con el importe estimado de su futura pensión basado en datos reales a partir de sus bases y periodos de cotización.