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Foro de expertos   7 Ene 2019

Las pensiones europeas y sus reformas recientes

Repaso a las principales lecciones para los sistemas de pensiones de España y Portugal comparado con Suecia o Alemania, por ejemplo.

Comparamos los sistemas de pensiones de España, Portugal, Italia, Francia, Alemania, Reino Unido, Países Bajos y Suecia y sus reformas recientes. En lo sucesivo a este grupo de países, les vamos a llamar los países de la muestra. Todos los sistemas de pensiones son formas de solucionar el problema de cómo vivir sin trabajar a partir de una determinada edad y de hacerlo con garantías. Y sólo hay tres formas puras de solucionar este problema: mediante pensiones sociales, mediante sistemas de impuestos y transferencias y mediante sistemas de ahorro.

PDF Informe: "Las pensiones europeas y sus reformas recientes"

En este artículo a los sistemas de impuestos y transferencias les vamos a llamar, genéricamente, sistemas de reparto y a los sistemas de ahorro, sistemas capitalizados.

En los sistemas de reparto tradicionales, los impuestos que se usan para financiar las pensiones se llaman cotizaciones, gravan al empleo y generan derechos pensionables para los trabajadores que los pagan. En los sistemas capitalizados, los trabajadores ahorran y capitalizan una parte de sus rentas laborales. Los planes en los que se capitaliza este ahorro pueden ser planes de empleo, cuando los organizan las empresas, o planes personales, cuando los organizan individualmente los propios trabajadores.

Tanto los sistemas de reparto como los sistemas capitalizados tienen ventajas e inconvenientes, y las pensiones de todos los países de la muestra tienen elementos de estos dos sistemas, aunque los combinan de formas muy diferentes. Las principales ventajas de los sistemas de reparto son que cuentan con la garantía del estado, que pueden pagar rentas vitalicias a un coste más bajo que los sistemas capitalizados porque tienen la capacidad recaudatoria del estado, y que son más solidarios que los sistemas capitalizados. Los principales inconvenientes de los sistemas de reparto son que desincentivan el trabajo y el ahorro, que son más vulnerables que los sistemas capitalizados al desafío demográfico que plantea el aumento de las tasas de dependencia y que también son más vulnerables que los sistemas de reparto al desafío económico que plantean la globalización y las recesiones porque no pueden diversificarse geográficamente. Esto se debe a que la promesa implícita en los sistemas de reparto es completamente local, por lo que sus pensiones de reparto están inseparablemente vinculadas a la evolución del PIB local.

Las principales lecciones para los sistemas de pensiones de España y Portugal que hemos extraído de este análisis son las siguientes:

  • Tanto en España como en Portugal la concentración de las pensiones en sus sistemas de reparto es excesiva. Los planes de empleo son prácticamente inexistentes en los dos países y la tasa de cobertura de los planes personales portugueses es la menor de la muestra. Ambos países podrían considerar la opción de capitalizar una parte de sus cotizaciones en un sistema de planes personales obligatorios administrados e intermediados por una agencia pública de pensiones como en el modelo sueco.
  • Si España y Portugal optan por mantener sus sistemas de reparto como fuente principal de las pensiones, quizás sería conveniente convertirlos en sistemas de cuentas nocionales porque son más transparentes, más flexibles, y generan mejores incentivos para el trabajo y para el ahorro que los sistemas de reparto tradicionales vigentes en esos dos países. Si Italia lo ha hecho, nada impide a estos otros dos países de la periferia europea adoptar una reforma parecida.

ACCESO al DOCUMENTO de ANÁLISIS sobre las PENSIONES EN ESPAÑA y PORTUGAL con las recientes reformas (0,9 Mb)

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