La OCDE advierte sobre la necesidad de retrasar la edad de jubilación para adaptarla a la esperanza de vida y de incrementar los ingresos para afrontar el envejecimiento de la población
El informe prevé que desde la actualidad hasta 2040 los ingresos de los Estados miembros de la OCDE avancen a diferentes velocidades en función del envejecimiento de la población en sus paises. El efecto demográfico tendrá implicaciones en los ingresos por salarios, los activos (patrimonio) disponibles y los patrones de consumo, además de producirse un cambio estructural en la pirámide de edad de la población.La OCDE propone incrementar los impuestos al consumo para compensar la caída de recaudación por ingresos por trabajo (salarios e ingresos de autónomos). Se centra específicamente en el IVA, el impuesto “más resistente al cambio demográfico”. El informe de la OCDE considera que en los países donde no se aplican todavía impuestos al consumo elevados, el IVA podría incrementarse para impulsar la resiliencia al envejecimiento. Para aquellos paises donde no es posible subir el IVA, sugiere eliminar los tipos reducidos y superreducidos.Asimismo, la OCDE recomienda que el IRPF no esté centrado únicamente en las rentas del trabajo (por cuenta ajena o propia) y que se incremente el peso de los impuestos al capital (mobiliario e inmobiliario) y a los ingresos por pensiones.Según el Informe de la OCDE “Otra opción podría ser establecer IRPF y cotizaciones a la Seguridad Social para las pensiones y, por lo tanto, minimizar la disminución de los ingresos fiscales que surgirá cuando las personas se jubilen”. Recordamos que, en España, las pensiones públicas sí que tributan en el IRPF (si superan un mínimo).Según el informe mencionado, “el cuidado de la salud se ve particularmente afectado por el envejecimiento de la población, ya que los adultos mayores tienden a consumir más servicios de salud que la población activa”. En muchos países de la OCDE, la financiación de los sistemas de salud se verá sometida a una gran presión durante las próximas décadas. Es probable que el envejecimiento de la población aumente la demanda de servicios de salud y reduzca la fuerza de trabajo. Se espera que ambos factores tengan un impacto negativo en la sostenibilidad de los sistemas de salud, en primer lugar, a través de un aumento del gasto público y posteriormente a través de una disminución de los ingresos fiscales que se verán afectados por los cambios en el mercado de trabajo. Lo anterior, según el informe de la OCDE, es especialmente preocupante teniendo en cuenta que una gran proporción de la financiación global de los servicios sanitarios y de la atención a los mayores depende de los ingresos generados a partir de impuestos y/o cotizaciones sociales obligatorias. El informe de la OCDE recomienda que la carga fiscal para financiar el sistema de salud no esté sesgada hacia los grupos de edad, es decir, hacía los trabajadores en activo- que potencialmente se benefician menos del Estado del bienestar. “El grupo que soporta la carga fiscal más alta, los trabajadores, es diferente del grupo que más se beneficia del estado de bienestar, los pensionistas”. El Informe recomienda crear “una mayor dependencia de los impuestos sobre el capital, los ingresos de la propiedad y de las pensiones”, precisamente donde más contribuyen los mayores.Se espera que “esa presión fiscal sobre los presupuestos de los Estados sea asimétrica”, tanto entre los países como dentro de cada país. Se esperan diferencias entre países porque difiere el ritmo de envejecimiento las poblaciones de los paises, así como flujos de financiación y asignaciones de gastos e ingresos entre los diferentes niveles de la Administración Pública en cada pais. El informe Financiando el futuro: el impacto del envejecimiento de la población en los ingresos de los gobiernos, es parte de un proyecto mayor destinado a evaluar los desafíos fiscales a largo plazo para los países de la OCDE debidos al envejecimiento de la población. El objetivo principal de este estudio es cuantificar la magnitud del envejecimiento de la población sobre los ingresos tributarios de los diferentes niveles de gobierno. Según el informe, considerar múltiples niveles de gobierno (de Administraciones Públicas) es importante para la recomendación de políticas, dado que, en la mayoría de los países de la OCDE, el gasto en salud y atención a la vejez se reparte entre gobiernos centrales, gobiernos locales y, en su caso, estatales/regionales/federales (como, por ejemplo, en España las Comunidades Autónomas). Otras conclusiones del estudio Los ingresos públicos se proyectan considerando los efectos del crecimiento económico y los cambios demográficos. El efecto del crecimiento económico sobre los ingresos del Estado se refleja en la capacidad de respuesta a largo plazo de los ingresos publicos al crecimiento del PIB (Producto Interior Bruto). El efecto de los cambios en la estructura de la población sobre los ingresos del gobierno se captura por cambios en la base imponible, perfiles de edad dados para los salarios, el ingreso de activos financieros y el consumo a lo largo del ciclo de vida. Los países se pueden separar en tres grupos con respecto al crecimiento de los ingresos públicos a largo plazo: Países en los que la demografía podría aumentar los ingresos públicos debido tanto a un aumento de la población y cambios en la estructura de la población (sólo en cuatro países de la OCDE). Países en los que la demografía podría aumentar los ingresos públicos debido tanto a un aumento de la población y cambios en la estructura de la población (sólo en cuatro países de la OCDE). Países en los que los cambios en la estructura del crecimiento de la población disminuirán los ingresos, pero el crecimiento de la población compensará este efecto (el grupo más grande, con la mitad de todos los países de la OCDE). Países en los que tanto la disminución de la población como los cambios en la estructura de la población conducirán a una reducción en los ingresos del gobierno (los países restantes). Se espera que casi la mitad de los países de la OCDE vean un impacto positivo de los cambios de la demografía en los ingresos laborales. Los países que esperan que su población crezca también tienden a verse menos afectados por cambios en la estructura de sus poblaciones ya que, en estos países, una parte de este crecimiento va ocurrir en grupos de edad que forman parte de la fuerza laboral y, por lo tanto, esto aumenta los ingresos fiscales del IRPF (impuesto sobre la renta de las personas físicas), y las contribuciones a la Seguridad Social. Se espera que los ingresos del IRPF, las cotizaciones a la Seguridad Social y los impuestos sobre los rendimientos del trabajo disminuyan en términos per cápita debido al impacto del envejecimiento de la población sobre los ingresos laborales (disminución del 9% en promedio). Se espera que los ingresos por activos (patrimonio) aumenten en términos per cápita, ya que las personas mayores tienden a tener más ingresos por posesión de activos que las personas más jóvenes (7% de aumento en promedio). Se espera que los ingresos de IVA permanezcan más o menos constantes en términos per cápita con la población envejecimiento.Dado que los gobiernos dependen más del IRPF (y de los impuestos sobre rendimientos de trabajo), y de las cotizaciones a la Seguridad Social que de los ingresos por activos (patrimonio), se espera que el envejecimiento de la población conduzca a una caída de hasta el 8% de los ingresos públicos generales en términos de cápita. En todos los países de la OCDE, excepto en cuatro, se espera que los ingresos disminuyan.La disminución media de la relación ingresos públicos sobre PIB es del 4 % para Gobiernos centrales y Administraciones Generales del Estado, y 1% para gobiernos subnacionales (ejemplo, CCAA en España), ya que estos últimos dependen relativamente más sobre los impuestos sobre el patrimonio y menos sobre los impuestos sobre la renta del trabajo. EspañaEntre los países con el crecimiento más bajo de los ingresos públicos están los que tiene una población más envejecida, como, por ejemplo, España, Alemania, Grecia, Italia, Japón y Portugal. Entre los países con una población más joven, que registrarán un mayor crecimiento de sus ingresos, estarán Australia, Corea, Noruega, Eslovaquia y Reino Unido.España se sitúa en la parte baja de países OCDE, sobre cuál será la proporción de población en edad de trabajar dentro de dos y cuatro décadas. El peso de la población de edad avanzada aumentará en los próximos años significativamente, mientras que el de la población en edad de trabajar se mantendrá constante o incluso disminuirá. Se espera que para 2040 esta tendencia se intensifique. Una de las principales consecuencias es la reducción del porcentaje de población en edad de trabajar en España, que pasará del 66% actual, al 58% en tan solo dos décadas, y que 2060 será del 56%. Accesso al Informe: Funding the Future: The Impact of Population Ageing on Revenues across Levels of Government