Mi ahorro en este escenario de bajos tipos de interés. Qué hacer
Los hipotecados celebran los tipos bajos, pero para el ahorrador son un lastre. Descubre cómo lidiar con ellos
El escenario de frenazo económico iniciado en Europa nos ha llevado estos últimos años, con la finalidad de reactivar las economías de los estados miembros de la Eurozona, a una situación nunca antes vivida en cuanto a tipos de interés.
Así, nos encontramos con unos tipos de interés oficiales por parte del Banco Central Europeo en mínimos del 0%, desde los niveles del 4% en que se situaban en el año 2008. Descontando la inflación, nos encontramos habitualmente con tipos de interés reales negativos, salvo este periodo transitorio que debido a la crisis de COVID19 la inflación esta en negativo ( -0,4% acumulado anual a septiembre de 2020).
¿Cuál es la repercusión de unos tipos de interés tan bajos?
Esta situación es como una misma moneda pero con dos caras bien diferenciadas, por las repercusiones que tiene en unos u otros.
Por un lado, y en línea con la reactivación económica que busca el organismo europeo, la financiación resulta más barata. No olvidemos que tipo de interés no deja de ser una medida del “precio del dinero”. Por tanto, aquellos que vayan a iniciar procesos de financiación, o aquellos que se encuentren ya inmersos en uno, como los millones de hipotecados, verán favorecida su economía al pagar mensualidades notablemente inferiores para devolver la cuantía de sus préstamos.
En el otro lado de dicha moneda, se encuentran los ahorradores. Su proceso es el inverso: disponen de capital y están dispuestos a prestarlo o invertirlo a cambio de una rentabilidad, de una tasa de interés. Pero para ellos esta tasa es también históricamente baja y por tanto el retorno de su ahorro mucho más reducido.
En el ahorro para la jubilación… ¿afecta a todos por igual?
No, puesto que depende del perfil de riesgo que tenga cada ahorrador y que dependerá a su vez principalmente de la edad que tenga y por tanto de lo lejana o cercana que le quede la jubilación.
Así, un individuo de 30 años que se encuentre en proceso de ahorrar para su jubilación, no estará tan condicionado por este escenario de tipos de interés, ya que una persona que se encuentra a más de 3 décadas de su jubilación puede y debe posicionar su ahorro en un perfil decidido que estará compuesto en mayor medida de activos poco sensibles a los tipos de interés, como renta variable, ya que pueden permitirse el riesgo adicional implícito en estos activos buscando una rentabilidad superior.
Sin embargo el escenario es bien distinto para una persona que se encuentra cercana a su jubilación. Estos ahorradores responden a un perfil de riesgo conservador: la prioridad en los años previos a la jubilación es la de consolidar el ahorro, evitando cualquier tipo de riesgo ya que no queda apenas margen de maniobra. Posicionados entonces en un perfil conservador, verán como con tipos de interés tan bajos se hace muy difícil obtener rentabilidad sin incurrir en riesgos, ya que la rentabilidad libre de riesgos remunera muy poco.
¿Qué debo hacer entonces en dicho escenario?
Con estos tipos de interés, y posicionados en un perfil de ahorro conservador, apenas vamos a ver revalorizaciones de nuestro ahorro para la jubilación más allá de las aportaciones periódicas que hagamos al mismo. ¿Qué decisiones podríamos adoptar?
- Modificar, de forma moderada y controlada, el perfil de riesgo de nuestro ahorro, abandonando una parte de las posiciones en renta fija con destino a inversiones más dinámicas. Esto, evidentemente, tiene un riesgo. Pero el inmovilismo es un riesgo también, dado que podemos perder varios años en el proceso de rentabilizar nuestro ahorro y llegar a la jubilación con un capital insuficiente o que nos pueda dar cobertura durante menos años de los que estimábamos.
- En caso de aquellos que tengan reticencias a realizar este tipo de movimientos, pueden optar por, dentro de su perfil conservador, diversificar más el ahorro entre productos que respondan todos a las mismas necesidades de riesgo pero cada uno aporte un matiz diferente. Por ejemplo, si un ahorrador se encuentra 100% invertido en la zona euro, puede mover un 20% a un producto conservador pero que esté denominado en dólares.
- Otra estrategia que puede resultar interesante para aquellos que sí puedan tolerar un cierto grado de riesgo en sus inversiones, es invertir una parte de la misma en acciones que reparten interesantes dividendos anuales. Suelen ser compañías grandes, con negocios estables y que pueden ofrecer dividendos anuales en el entorno del 5% o incluso por encima.
Siempre, e independientemente del escenario de tipos de interés al que nos enfrentemos, hay que recordar dos normas importantes: diversificar y consultar a nuestra oficina o asesor de referencia.