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Jóvenes   7 Ene 2019

Trucos para escanear tus fotos antiguas

Autor

Instituto BBVA de PENSIONES

Escanear las fotos las protegerá de los efectos del paso del tiempo

Si tienes fotos en papel y dispones de tiempo, escanearlas es una gran opción para mantenerlas clasificadas y compartirlas con las nuevas generaciones de tu familia. Además, la tarea es sencilla. Sólo debes contar con los aparatos adecuados y seguir los siguientes pasos.

Lo primero que necesitas es un escáner y  los drivers (las peculiaridades técnicas) necesarios para realizar el escaneo. Este es casi tan importante como el aparato. Puedes usar el que viene con la marca que hayas adquirido o comprarlo por separado. Los tipos de ajustes son generales y comunes a todos los programas de escaneo, por lo que no tendrás problemas para encontrarlos.

Antes de iniciar el proceso, es conveniente que limpies las fotos y el cristal del escáner. Por ejemplo, fija el número de imágenes que vas a escanear al día.

Después tendrás que determinar la resolución de escaneo y el formato en que deseas almacenar la imagen, según el uso que le vayas a dar. La resolución se mide en puntos por pulgada (ppp) y el escáner determina el número de píxeles (la calidad) que deberá obtener por cada pulgada que ocupe la fotografía original.

Si las fotos están en papel, puedes escanearlas a una resolución de entre 240 y 300 puntos por pulgada, que es en la que mejor funcionan las impresoras de todos los tamaños, para que pueda imprimirse al mismo tamaño. Aunque no podrás ampliar muy por encima de su tamaño original, asegúrate de que los archivos generados por el escáner no pesen menos de 7 MB. Con ese peso y esa resolución podrás ampliar tus fotos hasta el tamaño adecuado.

En cuanto al formato, con TIFF obtendrás la mayor calidad posible, aunque con un mayor coste en almacenamiento. Úsalo si no tienes problemas de espacio. Por su parte, si las guardas en JPEG, seleccionando un nivel de calidad alto, la extensión ofrece una calidad aceptable sin amplias necesidades de almacenamiento.

Cuando hayas determinado los ajustes con los que escanearás tus fotografías, crea un acceso directo o un perfil asociado a esa configuración para que la próxima vez que escanees no tengas que recordar los que elegiste ni volver a configurarlos.

La penúltima tarea consiste en nombrar, etiquetar y clasificar las fotos. Y en último lugar, la edición de las imágenes que has escaneado. Programas como Photoshop son sencillos de usar. Con él podrás ajustar valores como el brillo, la saturación, el contraste o el color, recortar las fotos y recuperar las que presentan manchas, grietas o aquellas en las que falta parte de la imagen. Por su parte, ShoeBox es una aplicación que sirve para conservar las fotos antiguas en papel, utilizando la cámara de fotos del móvil. Para organizarlas, permite crear álbumes en los que se incluyen las imágenes que después podrás compartir.

Por último, para mantener limpia la superficie del escáner puedes pasar un trapo para polvo y, de vez en cuando, usa productos especiales o un limpiacristales. 

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