Cómo administrar tu ahorro una vez jubilado
Tras la jubilación, es muy habitual que cambie la estructura de ingresos y gastos. Descubre cómo administrar el ahorro.
Es muy frecuente (y si no lo es tanto, debería serlo), que durante nuestra etapa en activo nos dediquemos con cierta intensidad a planificar nuestra jubilación. Ahorrar y disponer de un ahorro privado para complementar nuestra pensión pública es el mejor modo de garantizarnos una jubilación tranquila y en línea con nuestros deseos y necesidades.
Pero, ¿y una vez jubilados? Tras la jubilación se abre otra etapa que debemos analizar y planificar para administrar correctamente nuestros recursos.
Principales cambios
- Desde el lado de los ingresos: Estos se ven reducidos en comparación con nuestro último salario de nuestra etapa en activo en un porcentaje que se conoce como tasa de sustitución. Esta tasa dependerá del último salario en activo y de los parámetros que determinen la pensión pública, pero en término medio ronda en España el 75%. Esto quiere decir que nuestra pensión supondrá un 75% de nuestro último salario en activo, o lo que es lo mismo, veremos reducidos nuestros ingresos en un 25%.
- Desde el lado de los gastos: Lo normal es que tras la jubilación, la estructura de gastos se vea alterada, aunque no tiene por qué reducirse respecto a la etapa en activo, pues lo que puede ocurrir en muchos casos es que se sustituyen unos por otros. Por ejemplo, puede ocurrir que se reduzcan los gastos de desplazamiento, los derivados de comidas fuera de casa o de vestuario para el trabajo, pero a la vez aparezcan gastos inexistentes previamente, como los asociados a un nuevo “hobby” u afición para ocupar el tiempo libre.
¿Cómo administrar el ahorro?
- En primer lugar es muy importante preservar el ahorro. Una vez jubilados, no es conveniente mantener un perfil ahorrador especulativo, puesto que no tenemos un horizonte temporal amplio ni tenemos altas rentas para recuperarnos de una mala decisión de inversión. Por tanto, es esencial seleccionar nuestros vehículos para canalizar ese ahorro, siempre con enfoque conservador.
- Planificar: En esta etapa no es habitual abordar grandes objetivos financieros como puede ser la adquisición de vivienda o evidentemente la puesta en marcha de un negocio. Pero sí puede ser necesario abordar otras cuestiones como ayudar a un hijo a llevar a cabo algún proyecto o abordar gastos de cuidado médico. En este sentido, la planificación es importante y se basa en determinar el objetivo y el plazo, analizar los recursos con los que contamos y establecer cómo vamos a abordar ese gasto, siendo lo más razonable, si la situación lo permite, ir apartando rentas poco a poco.
- El incremento de la esperanza de vida ocasiona que haya que vivir más años como jubilado. Por tanto, los ahorros deben durar más tiempo. Es importante al planificar la etapa como jubilados estimar nuestros ingresos y gastos y valorar si el ritmo de descapitalización (si hubiera) es razonable. De no ser así, convendría valorar si hay gastos superfluos que deberíamos reducir o eliminar
- Vigilar la inflación: La inflación es un enemigo silencioso, puesto que hace que nuestro dinero valga cada vez menos. Es importante, sin entrar a contradecir el enfoque conservador que detallamos en el punto 1, tratar de batir a la inflación a través de la rentabilidad ofrecida por nuestro ahorro. El objetivo de cubrir la inflación no es a priori un objetivo de inversión agresivo, y es relativamente sencillo de alcanzar en entornos de inflación moderada.
La mejor forma de gestionar nuestra etapa como jubilados es tener criterio a la hora de seleccionar ingresos y gastos (idealmente que los primeros no se vean desbordados por los segundos) y lo mejor que podemos hacer con antelación en nuestra etapa activa es ir creando paulatinamente un ahorro privado para complementar nuestra pensión pública y disfrutar de una jubilación holgada.
En caso de tener cuestiones adicionales, siempre es importante acudir a tu banco o asesor financiero.