Cómo influye la contaminación en la salud
La contaminación origina 16.000 muertes prematuras en España cada año
Aunque las autoridades públicas están cada vez más concienciadas de la necesidad de mejorar la calidad del aire, no toman medidas suficientes para solucionar el problema. Un informe de Greenpeace alerta de que la contaminación origina 16.000 muertes prematuras en España cada año y de que cerca del 80 % de la población respira aire por debajo de los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Además, los expertos aseguran que la contaminación atmosférica tiene efectos importantes en la salud pública. De hecho, destacan que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias, así como de cáncer de pulmón. En este sentido, la OMS recuerda que cuanto menor sea la contaminación atmosférica de una ciudad mejor será la salud respiratoria a corto y largo plazo así como la salud cardiovascular de sus ciudadanos.
Las fuentes principales que provocan estos malos humos son el tráfico, la industria y la calefacción doméstica. Todas ellas generan toxinas que entran en nuestro organismo comprometiendo el aporte de oxígeno y provocando patologías graves.
Contaminación y envejecimiento
Especialistas en Medicina Estética han puesto de relieve que la acumulación de toxinas por la contaminación acelera el envejecimiento. Según estos expertos, los agentes contaminantes que ingerimos o inhalamos se depositan entre las células lo que causan alteraciones estructurales de la piel. Por tanto, afirmaron que, como consecuencia de esta polución y otros agentes contaminantes, los síntomas del envejecimiento que antes aparecían sólo a partir de los 40 años como la flacidez, las arrugas o la caída del cabello están empezando a apreciarse con mayor frecuencia a los 35, incluso a los 30 años.
Contaminación acústica
Según OMS, España ocupa el segundo lugar en el ranking de países más ruidosos, después de Japón. Y así lo confirman también los propios ciudadanos que consideran que los niveles de ruido son excesivamente altos.
La actividad industrial, el transporte, la construcción o incluso las actividades lúdicas o recreativas contribuyen a la contaminación acústica y este aumento de la exposición al ruido afecta de manera clara en la salud de las personas.
El ruido, que no es otra cosa que aquel sonido que se convierte en molesto, indeseable e irritante, porque interfiere en nuestra actividad o descanso, tienen consecuencias muy definidas sobre la salud: pérdida auditiva, problemas digestivos, aceleración del ritmo cardiaco, la tensión arterial y la respiración, estrés, insomnio, falta de concentración, dolor de cabeza, irritabilidad, problemas de comunicación y problemas de la laringe por tener que forzar la voz al tener que hablar alto.