Europa camina hacia una marca única de productos de pensiones que podría abaratar la industria
Bruselas podría lanzar, en un plazo aproximado de dos o tres años, los primeros planes de pensiones transfronterizos
La asociación europea de laindustria de la gestión, Efama, publicaba en 2013 un informe, bajo eltítulo "The OCERP: a Proposal for a European Personal Pension Product"(OCERP: propuesta para productos de pensiones europeos del sistema individual),que sienta las bases para el desarrollo de una marca europea en este ámbito."No hay un plan B para las pensiones. El primer pilar no bastará en el futuro yhemos de focalizarnos en el segundo y el tercero", decía Claude Kremer, ex presidentede la asociación. "El 40% de los europeos dependen totalmentedel sistema de pensiones público. Se necesitan soluciones en el ámbitoprivado", defendía
Según la propuesta, el OCERP-plan de jubilación europeo oficialmente certificado, por sus siglas en inglés-sería el borrador de una marca europea de soluciones de pensiones del sistemaindividual, el tercer pilar. Consistiría en una especie de envoltorio (en formade cuenta individual) que permitiría a los ahorradores elegir entre opcioneslimitadas de inversión, sería traspasable entre proveedores y países y exigiríaa los proveedores (bancos, aseguradoras, gestoras de activos o fondos depensiones) mantener un robusto marco de gobernanza y administración. De estaforma, cualquier producto que cumpliera esos estándares podría serdistribuido en Europa con un pasaporte comunitario. Y con unas garantías decalidad.
Peter De Proft, directorgeneral de Efama, afirmaba quesu creación ayudaría a superar la actual fragmentación del mercado de pensioneseuropeo y a mejorar la eficiencia de costes de esos productos (actualmente muypoco económicos en algunos mercados) y su comercialización transnacional. Lo que quiere decir que los que loscontratan podrían contratarlos a precios más bajos.
Freddy Van den Spiegel, profesor de la Universidad deBruselas, señalabaque establecería también las bases para un sistema de competencia real entreproveedores en Europa. En resumen, OCERP sería una marca que ayudaríaa evitar la fragmentación existente en el continente el mercado de pensiones,facilitaría la movilidad y aumentaría su eficiencia, reduciendo los costes parael inversor, según Efama. La base de un mercado único que contribuyera arecuperar la confianza de los ciudadanos y que incentivara el ahorro.
Los primeros planes paneuropeos podrían llegar en 2020 o 2021
Bruselas está dispuesta a lanzar un plan personal transfronterizo que facilite la movilidad del ahorr a los trabajadores que, a lo largo de su vida laboral, residen en diversos países de la Unión Europea.
Estos nuevos productos se conocen como PEPP (Pan-European Personal Pension Product) y deberán obtener la certificación de la Autoridad Europea de Seguros y Pensiones de Jubilación (EIOPA). Estarán orientados a todo tipo de ahorradores, con independencia de su perfil de riesgo, ya que deberán ofrecer garantía del capital, y podrán ser distribuidos por bancos, gestoras de inversión y aseguradoras.
Se ofrecerán cinco opciones de inversión y existirá movilidad entre PEPPs, tanto dentro de la misma entidad como entre distintas entidades. Este último tipo de traspaso podrá realizarse una vez cada cinco años.
La movilidad internacional será limitada a determinados países durante los tres primeros años, existiendo libertad de traspaso a cualquier país de la Unión Europea a partir del tercer año.
¿Y la fiscalidad? Dependerá del país en el que se hayan realizado las aportaciones. Cada país aplicará sus reglas tributarias para las realizadas en su territorio. Al moverse a otro país, el partícipe podrá decidir si comienza a contribuir en un nuevo “compartimento” o traspasa todos los derechos al compartimento del nuevo país. En cuanto a las aportaciones, la Comisión Europea recomienda a los países miembros otorgar a los PEPP el trato fiscal más favorable del que disfruten los planes de pensiones nacionales.
Los primeros PEPP podrían estar disponibles, como pronto, en el año 2020 o 2021, dado que el proyecto de Reglamento necesita la aprobación del Consejo de la UE y del Parlamento Europeo.