Las pensiones deberían haber bajado un 2,58% en 2018
El Grupo de Investigación en Pensiones y Protección Social de la Universidad de Valencia ha estimado el resultado que arrojaría el Índice de Revalorización de las Pensiones en 2018
La Ley 23/2013 de 23 de diciembre, reguladora del Factor de Sostenibilidad y del Índice de Revalorización del Sistema de Pensiones de la Seguridad Social, incorporaba dos importantes novedades en el ámbito de las pensiones con el fin de asegurar la sostenibilidad del sistema en el largo plazo. El Factor de Sostenibilidad adecuaría la cuantía de las pensiones a la evolución de la esperanza de vida, mientras que el Índice de Revalorización de las Pensiones incorporaba en la fórmula que determina cuánto suben las pensiones cada año variables relacionadas con la salud de las cuentas de la Seguridad Social, como el crecimiento de los ingresos, el crecimiento del número de pensiones o el efecto de sustitución de las pensiones. Independientemente del resultado que arroje esta fórmula, las pensiones nunca se incrementarían menos de un 0,25% ni más del IPC + 0,50%.
Los Presupuestos Generales del Estado introducen importantes cambios
Tras la aprobación de los Presupuestos Generales de 2018 el pasado 5 de julio, la reforma de 2013 ha quedado en suspenso dado que, por un lado, el Factor de Sostenibilidad ve pospuesta su entrada en vigor a una fecha no posterior a 1 de enero de 2023, que se intentará consensuar en el marco de la Comisión del Pacto de Toledo, y por otro lado, el IRP no se aplicará en 2018 y 2019, vinculándose la revalorización de esos años a la evolución del IPC, fórmula utilizada con anterioridad a la entrada en vigor de la Ley 23/2013.
Así, en 2018 se aplica una revalorización del 1,6%. Dado que en enero se había aplicado el 0,25% previsto, desde agosto las pensiones se incrementan el 1,35% restante, mientras que en julio se abonará una paga extraordinaria, con la revalorización no abonada entre los meses de enero y julio. En 2019 se prevé aplicar una revalorización, en línea con la inflación, del 1,5%.
Por tanto, las pensiones se incrementan un 1,6% en el año 2018, notablemente por encima del 0,25% previsto y aplicado inicialmente. Pero ese 0,25% es el suelo que, por ley, debe aplicarse. Sin dicho suelo, ¿cuánto deberían haberse revalorizado las pensiones? Es decir, ¿cuál es el resultado que realmente arroja el Índice de Revalorización de las Pensiones?
Este cálculo lo realiza el Grupo de Investigación en Pensiones y Protección Social de la Universidad de Valencia, en el que participan Enrique Devesa, Mar Devesa, Borja Encinas, Inmaculada Domínguez, M.A García y Robert Meneu. Según el trabajo de estos investigadores, el Índice de Revalorización de las Pensiones arroja un resultado del -2,58%, es decir, según la situación de las distintas variables relativas a esa “salud” de las cuentas de la Seguridad Social, las pensiones deberían haber bajado un 2,58%. Un resultado que mejora ligeramente el que arrojaba la fórmula para 2017 (-2,96%) pero que sigue lanzando una alerta sobre la sostenibilidad financiera del sistema de pensiones, teniendo en cuenta además que se está planteando volver al IPC como fórmula de revalorización anual de las pensiones después de 2019.
La propuesta de este grupo de trabajo va en la línea de seguir contando con el Índice de Revalorización de las Pensiones como fórmula de referencia, pero aplicando mínimos y máximos indexados al IPC y, en caso de abandonar definitivamente el IRP, la revalorización a través del IPC no debería obviar variables últimas del sistema de pensiones, como ingresos y gastos contributivos, mejor que variables intermedias, como número de cotizantes, número de pensionistas, o que variables macroeconómicas como el crecimiento del PIB.
Accede al documento de trabajo completo de la Universidad de Valencia sobre el IRP 2018