Siete claves para que nuestros ahorros no se vayan de vacaciones
Abrir una libreta de ahorros, dedicar el tiempo suficiente a buscar la mejor oferta o no endeudarnos exclusivamente para pagar las vacaciones son algunos consejos que da EFPA España.
Para disfrutar del merecido descanso, y evitar que un gasto desorbitado nos amargue las vacaciones, EFPA España (Asesores Financieros) ha elaborado un documento que recoge algunos consejos para quenuestro bolsillo no sufra demasiado en verano. Sigue estos siete consejos. 1-. Abrir una libreta de ahorros. Será una buena opción para ir ahorrando un pequeño capital durante todo el año, pensando en el incremento de gastos que conlleva salir de vacaciones. 2-. Dedicar el tiempo suficiente a buscar la mejor oferta. Existe una gran oferta de viajes, por lo que merece la pena emplear algo de tiempo para comparar todas las alternativas y encontrar la más competitiva y que mejor se adapte a nuestras necesidades. 3-. No endeudarnos exclusivamente para pagar las vacaciones. Resulta fundamental un plan de ahorro con varios meses de antelación para evitar que los gastos derivados de las vacaciones no descuadren nuestras cuentas particulares. 4-. Calcular todos los gastos previstos. En los que debemos incluir los costes de desplazamiento, el precio de alojamiento y la manutención diaria en nuestro lugar de destino. 5-. Ojo a las comisiones, recargos y gastos de servicios que muchas veces se esconden detrás de ofertas, a priori, que resultan muy ventajosas. 6-. Si viajamos al extranjero, hay que atender a las comisiones que nos cobrarán por sacar dinero en las entidades del país de destino, y también debemos atender al cambio de divisa. Debemos observar sus fluctuaciones, elegir el mejor momento para cambiar y dirigirnos a nuestra entidad bancaria para que nos resuelvan cualquier duda al respecto 7-. La planificación de nuestro patrimonio es fundamental. El asesoramiento financiero profesional nos permitirá saber hasta dónde podemos llegar, tener en cuenta la fecha de vencimiento de algunos productos financieros, cuyas condiciones suelen cambiar en septiembre, y mantener a buen recaudo nuestras inversiones en distintos activos financieros en verano, un periodo marcado por la volatilidad en los mercados.