Cómo gastar sabiamente el ahorro que has acumulado para tu jubilación
La desacumulación consiste en el proceso de convertir los ahorros en ingresos durante la jubilación para complementar la pensión pública con el objetivo de poder afrontar tus gastos durante la jubilación.
A diferencia de la acumulación, donde el objetivo es hacer crecer la riqueza personal, la desacumulación se enfoca en retirar nuestros ahorros para garantizar un flujo de ingresos constante sin agotar esos recursos demasiado rápido.
A medida que se acerca tu jubilación, es probable que empieces a pensar en los grandes cambios que supondrá esta nueva fase, desde las nuevas rutinas diarias hasta tiempo extra para dedicarte a tus hobbies, a tus seres queridos, o a otras actividades que hasta ahora no hacías.
Desde el punto de vista financiero, un cambio importante que también se debe considerar es el cambio de los años de acumulación de ahorro e inversión de ese ahorro que han llevado a la persona a su actual situación patrimonial, a una nueva necesidad de ser estratégico en el gasto y en la disposición de ese ahorro.
Después de pasar su vida laboral planificando sus finanzas diligentemente, con la llegada de la jubilación se inicia la etapa en la que la persona puede comenzar a disfrutar del resultado de esos esfuerzos.
Para asegurarse de que puede disfrutar de ingresos complementarios durante todo el tiempo que sea necesario, y además para planificar su herencia, se debe dedicar tiempo a comprender y desarrollar un plan de gastos integral y estrategias para la desacumulación del ahorro. Lo vemos a continuación
La jubilación se concibe como un período de relajación, descanso, y disfrute (la palabra latina "iubilare" significa "gritar de alegría" o "expresar júbilo"), pero también trae consigo su propio conjunto de desafíos. Entre ellos estarían el garantizar que los ahorros e ingresos de jubilación duren todo el tiempo que la persona los necesite (es decir, que no sobreviva a sus ahorros) y entender el impacto fiscal durante esa disposición del ahorro.
Pasar a la fase de desacumulación supone que la atención deja de centrarse en la creación de riqueza (acumulación), y el énfasis se desplaza ahora hacia la retirada estratégica de los fondos acumulados.
Hacer esto de manera efectiva requiere tener en cuenta numerosos factores, como la situación actual del mercado y la preparación para los posibles cambios en las condiciones de los mismos, las implicaciones fiscales de la desacumulación, la planificación y la gestión de los costes sanitarios (*), y la adaptación a los posibles cambios en el estilo de vida.
(*) si bien en España los costes sanitarios que soportan las personas son inferiores a otros paises, y disponemos de una sanidad pública universal y gratuita, esos costes se incrementan durante la jubilación si se desea mantener el disfrute de una sanidad privada complementaria a la Sanidad Pública para, por ejemplo, reducir los tiempos de espera o bien la calidad de las estancias para ingresos no graves.
El éxito financiero de esta fase “post jubilación” depende en gran medida de un plan de gastos bien pensado y de una estrategia de desacumulación eficaz.
Estrategia de desacumulación: el gasto y la protección de los ingresos de la jubilación
Una estrategia de desacumulación debe tener en cuenta los siguientes factores:
- El estilo de vida deseado durante la jubilación, que influirá significativamente en la estrategia de desacumulación. Ya se planee viajar mucho, o bien dedicarse a hobbies o simplemente mantener un nivel de vida cómodo, se debe comenzar haciendo un análisis y comprensión detallada de las necesidades personales y familiares, objetivos y una consideración realista de cómo pueden cambiar con el tiempo.
- Estimar nuestra propia esperanza de vida, y tener en cuenta las posibles necesidades de atención médica y la potencial futura dependencia, puede ayudarnos a planificar cuánto se puede necesitar retirar cada año y el impacto fiscal de esas disposiciones. Las esperanzas de vida más largas requieren tasas de disposición del ahorro más conservadoras para garantizar que los fondos acumulados duren durante toda la jubilación.
Las calculadoras, como el simuladores de “Quiero recuperar mis Ahorros de Jubilación” de BBVA MI Jubilación, pueden ayudar con una proyección individualizada en la desacumulación del ahorro, en función de los años considerados de vida que se necesitará disponer de ahorro complementario.
- El impacto fiscal (impuestos a pagar) durante la jubilación variarán según el tipo de vehículos de ahorro previsional empleado y otros factores.
- Las condiciones macroeconómicas (inflación, crecimiento, etc.) y el comportamiento de los mercados de valores (renta fija, renta variable, etc) pueden afectar a los ahorros acumulados para la jubilación. Con apoyo de profesionales del asesoramiento financiero, se debe desarrollar una estrategia estructurada, de acuerdo con su cambiante tolerancia al riesgo, que tenga en cuenta las fluctuaciones del mercado.
Desafíos comunes que los jubilados pueden enfrentar
Entre los mismos se encuentran:
- Sus inversiones (aun en el caso que sean conservadoras, y estén posicionadas en renta fija) están afectadas por el rendimiento del mercado, por lo que existe la posibilidad de que cuando se jubile se encuentre en un momento de recesión del mercado.
Este riesgo se afronta y atenúa tomando decisiones estratégicas de disposición de ahorro que le permitan continuar manteniendo o aumentando ciertas inversiones (determinados productos financieros), mientras obtiene ingresos de otras fuentes de ingresos.
- La Inflación puede erosionar su poder adquisitivo con el tiempo, por lo que asegurarse de que su plan de desacumulación siga, al menos, el ritmo de la inflación, puede ayudar a mantener nuestro nivel de vida.
- Riesgo de longevidad. La esperanza de vida ha ido en aumento desde hace décadas, lo que hace que una planificación cuidadosa de la desacumulación sea aún más necesaria que nunca para asegurarse no sobrevivir a sus ahorros.
- Los gastos médicos (sanidad privada) tienden a aumentar con la edad, al igual que la posibilidad de necesitar atención a largo plazo por devenir dependiente. Es muy importante considerar estos gatos en la planificación de la desacumulación durante la jubilación.
Se debe establecer un Plan integral de gastos
Un plan de gastos describe nuestras necesidades, gastos y objetivos, e incorpora la estrategia de desacumulación para garantizar que todo esté cubierto en el momento adecuado. Es conveniente seguir estos pasos para crear un plan de gastos integral:
- Evaluar la situación financiera actual, con dos pasos
1.1 Estimar los gastos anuales, incluidos tanto los gastos esenciales (vivienda, alimentos, suministros, vestir, atención médica) como los gastos discrecionales (viajes, hobbies, vida social).
1.2 Identificar y cuantificar todas las posibles fuentes de ingresos disponibles, como pensiones públicas, prestaciones complementarias provenientes del ahorro financiero previsional, tanto en productos de previsión social individual (3º Pilar) como de sistemas de pensiones de empleo (2º Pilar), así como otros ingresos como los provenientes de la tenencia de inmuebles (monetización de la vivienda: alquileres, venta nuda propiedad, hipoteca inversa, etc.) y otras fuentes de ingreso.
Comprender los diversos tipos de fuentes de ingresos disponibles, así como sus requisitos y características, nos ayudará a determinar cuánto necesitamos retirar de nuestros ahorros para complementar la pensión pública y cuándo necesitaremos retirarlo.
- Elegir estrategias de disposición del ahorro.
Algunas opciones de desacumulación incluyen:
- El enfoque de desacumulación sistemática, que implica retirar cada año un porcentaje fijo de los ahorros para la jubilación, lo que proporciona un ingreso predecible, pero requiere una cuidadosa planificación para evitar agotar los fondos disponibles.
- Dividir los ahorros en diferentes "cubos" o “cestos” en función de cuándo necesitará los fondos acumulados. Los cestos a corto plazo, para las necesidades inmediatas, se invierten conservadoramente, mientras que los cestos a largo plazo se pueden invertir de forma más agresiva.
- Estrategias dinámicas desacumulación, que consisten en ajustar los importes de las disposiciones del ahorro en función del rendimiento del mercado y de los cambios en las necesidades financieras de las personas, lo que ayuda a gestionar los riesgos asociados con la volatilidad del mercado.
3. Optimizar el impacto fiscal
Ello implica entender los métodos de disposición eficientes desde el punto de vista fiscal.
Una estrategia que podría ser recomendable sería disponer primero los productos de ahorro-previsional sujetos a tributación inmediata en el momento de realizar la aportación (es decir, con aportaciones no deducibles en IRPF) y que tienen un mejor tratamiento en el rescate (como los PIAS -exentos los rendimientos generados durante la acumulación si se cobran en forma de renta vitalicia y se cumplen otros requisitos-, los unit linked y los fondos de inversión – en este caso, solo tributan los rendimientos obtenidos y lo hace en la base imponible del ahorro-, y los SIALP/CIALP) , dejando para más adelante el rescate de los productos con fiscalidad diferida (como planes de pensiones y PPA), que previamente se han beneficiado de la reducción en IRPF de las aportaciones pero que sus prestaciones están sujetas íntegramente a IRPF.
4. Incorporar la planificación sucesoria y de la herencia en el plan de gastos
Se trataría de buscar una transferencia lo más eficiente posible de la riqueza personal a los herederos, en función de la CCAA en la que se tribute (generalmente, donde los herederos tengan su domicilio fiscal y de la ubicación de los bienes inmuebles), y en función de las circunstancias individuales de cada persona.
5. Establecer estrategias para obtener ingresos sostenibles durante la jubilación
Para ello, puede ser recomendable combinar fuentes de ingresos garantizados (como la pensión pública y las rentas vitalicias), que pueden proporcionar estabilidad, con otros ingresos variables (como las inversiones) que aportan potencial de crecimiento del patrimonio personal.
En este sentido, las rentas vitalicias pueden proporcionar un flujo de ingresos constante durante la jubilación hasta el fallecimiento del perceptor, ofreciendo protección contra el riesgo de longevidad.
6. Ajustar nuestro plan de gastos a lo largo de la jubilación
Reequilibrando regularmente nuestra cartera de ahorro-inversión para ayudar a mantener la asignación de ingresos deseados y gestionar el riesgo de sobrevivir a los ahorros.
Se debe estar preparado para ajustar las tasas de ingresos durante la jubilación (la parte menos necesaria del mismo, aquella destinada a afrontar el gasto discrecional o superfluo) en función de los cambios en nuestra situación financiera o las condiciones del mercado que afecten al ahorro acumulado.
Además, la persona debe estar preparado y ser flexible para modificar el plan de gastos en respuesta a gastos inesperados o cambios en los ingresos.
Has trabajado muy duro para llegar a tu jubilación; Ahora es el momento de asegurarse de que sus ahorros e inversiones trabajen para usted a largo plazo.
Nota Final: este artículo ha sido realizado inspirándose en una publicación de Equitable, adaptando las afirmaciones, entre otras, a la realidad normativa, fiscal, de Seguridad Social y sanitaria de España.
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