El FMI advierte: el ahorro privado será crucial para los jubilados del futuro
Este organismo insta al Gobierno a fomentar el ahorro complementario y a los trabajadores a ahorrar el 5% de sus ingresos para su futura jubilación
El Fondo Monetario Internacional (FMI) vuelve a poner en valor la necesidad de que los trabajadores dediquen parte de sus ingresos en activo a generar un ahorro del que disponer en la jubilación y con el que poder complementar la pensión pública, una prestación que no está destinada a cubrir el ingreso completo que el jubilado necesitaría para retirarse. Así lo afirma en su estudio centrado en el caso español “Retos más allá de la sostenibilidad financiera”, en el que ofrece otra serie de recomendaciones para apuntalar la sostenibilidad del sistema de pensiones a medio y largo plazo.
Y es que, efectivamente, la pensión pública no provee el mismo nivel de ingresos del que disfrutan los trabajadores con anterioridad a retirarse. Actualmente España, que cuenta con unas de las pensiones públicas más generosas de la OCDE, tiene una tasa de sustitución para un salario medio del 80%. Esta tasa se refiere al porcentaje de ingresos que supone la pensión frente al último salario en activo. Ya hay por tanto una brecha, del 20%, que los jubilados presentes deben cubrir por medios privados. Sin embargo, todos los informes apuntan a que la generosidad de las pensiones públicas caerá notablemente a lo largo de las próximas décadas, y la tasa de sustitución termine convergiendo a los niveles medios de nuestros países vecinos, o lo que es lo mismo, a niveles inferiores al 60%. Hablaríamos ya en este caso de cubrir una brecha respecto a los ingresos previos superior al 40%.
Para esto, el FMI recomienda al Gobierno medidas para fomentar el ahorro complementario de los trabajadores, a los que recomienda ahorrar un 5% de sus ingresos para su futura jubilación.
Medidas para incrementar los ingresos
El PIB trabaja en diversos escenarios sobre el gasto futuro en pensiones. En el escenario intermedio, se estima un gasto en pensiones en relación al PIB del 12,9%, en el que la contribución de los trabajadores subiría al 27,3% del salario. Además, se recomienda destopar la base máxima de cotización manteniendo sin cambios la pensión máxima. Es decir, los trabajadores que perciben más ingresos aportarían más al sistema, pero no percibirían más por ese esfuerzo adicional, lo que comprometería el principio de proporcionalidad contributiva del sistema.
El FMI estima que, para lograr el nivel de actividad necesario para lograr los ingresos adecuados, España necesitaría al menos 5,5 millones de inmigrantes e incrementar la tasa de actividad del 60% actual al 79%.
Mantener las reformas, pero afinándolas
El FMI adviertía de que no existe margen para revertir las reformas recientes, si bien algunas requieren ser reconsideradas para no dañar el poder adquisitivo de los pensionistas, lo que ocurre con el índice de revalorización de las pensiones cuando arroja la revalorización mínima del 0,25% y la inflación es superior a esa tasa.
Otros puntos de actuación que señala el FMI se refieren a avanzar en los supuestos de jubilación activa (compatibilidad de pensión y trabajo), limitar las jubilaciones anticipadas, elevar las cotizaciones de los trabajadores autónomos o calcular la pensión a partir de las cotizaciones de la vida laboral completa y no solo de los últimos años.